Conferencia de Liderazgo Paz Global 2010
Discurso de Apertura
Dr. Hyun Jin Moon
Asunción, Paraguay
Señor Presidente de la República del Paraguay, Su Excelencia Dr. Federico Franco; Sr. Presidente del Congreso, Diputado Dr. Víctor Bogado; altas autoridades nacionales; miembros de las comunidades religiosas, distinguidos participantes de todo el mundo, es un gran placer encontrarme con ustedes aquí, en Asunción, Paraguay. Gracias por su participación y su continuo apoyo en la noble causa por la paz.
Permítanme, en primer lugar, expresar mi agradecimiento a los que han trabajado dura para hacer de esta conferencia significativa una realidad. Es solo a través de “verdaderos dueños”, quienes están dispuestos a hacer los sacrificios necesarios fuera de su apretada agenda, que el trabajo muy importante por la paz se puede sostener.
En especial, quiero reconocer a mi buena amiga, la Dra. Lilian Samaniego, miembro del Parlamento y también miembro del Concejo de liderazgo para la Paz Global de la Fundación Paz Global. . También quiero saludar y agradecer a los estimados Ex-Presidentes de las Repúblicas de Uruguay, Bolivia, Guatemala y Paraguay, sus excelencias Dr. Luis Alberto Lacalle, Dr. Jorge Quiroga, Dr. Vinicio Cerezo, Dr. Juan Carlos Wasmosy, respectivamente, quienes aceptaron nuestra invitación para compartir sus experiencias. Darle agradecimiento al Comité Organizador de la Conferencia, las agencias gubernamentales asociadas que trabajan en cooperación y un sinnúmero de voluntarios por sus esfuerzos dedicados en organizar estos importantes programas. Por favor, demuestren su agradecimiento a través de aplausos.
Cada vez que visito Paraguay, recuerdo su increíble potencial para ser el verdadero líder de América Latina. A principios de este año, tuve la oportunidad de conocer a los directores de la Fundación Paz Global, una Fundación que se creó poco después del Festival Paz Global en el 2008.
Me sentí alentado al ver que el sueño de “Una familia bajo Dios” no se había desvanecido, que sigue vivo en los corazones de muchos líderes de conciencia en Paraguay. Estos líderes son conscientes que la grandeza no se encuentra en objetos materiales, pero si se encuentra en los principios y valores que inspiran a los hombres y a las mujeres a vivir por el bien de los demás: a vivir por su nación, a vivir por sus comunidades, a vivir por sus familias, y sobre todo, a vivir por el bien de Dios.
Como muchos de ustedes ya saben, yo nací en Corea. Éste es un momento especialmente emocionante para Corea del Sur, que se prepara como anfitrión para la importante Cumbre del Grupo de los 20 (G-20) a realizarse por primera vez en Seúl, el próximo mes (noviembre 2010). Su inclusión en el G-20 marca el punto más alto del milagro económico de Corea del Sur, que comenzó con su devastación al final de la Guerra de Corea, hasta su reconocimiento hoy como la economía N° 12 más grande del mundo.
En todo el mundo, pero particularmente en el hemisferio sur, nos encontramos con el hecho de que, como la Corea de la década de los 50 y 60, muchos países y regiones están hoy en un proceso de cambios dramáticos , enfrentados a retos fundamentales y al mismo tiempo, encontrándose con grandes oportunidades.
La crisis financiera mundial que paralizó a los países desarrollados del hemisferio norte ha dejado al hemisferio del sur con sus economías en desarrollo relativamente indemnes. Muchas de estas naciones están cuestionando los modelos establecidos de desarrollo occidentales y están buscando soluciones de alternativa, creando un momento oportuno para el liderazgo y el cambio.
Hemos llegado a un punto de inflexión en la historia humana en que las circunstancias de este momento están preparando al mundo para un cambio de paradigma de grandes proporciones que podría afectar positiva o negativamente a este siglo.
Siendo un hombre de fe, no puedo dejar de sentir que la mano de la Divina Providencia está guiando el desarrollo en esta época. Sin embargo, como hombre joven, a mis 40 años siento la urgencia y la necesidad de una nueva generación de líderes mundiales para dejar su huella en la historia. Les presento a ustedes que el factor decisivo en estos tiempos es siempre un liderazgo moral e innovador, en todos los niveles.
¿Qué quiero decir con liderazgo moral e innovador? En primer lugar, tiene que promover el “bien mayor” que pueda beneficiar no solo al individuo, sino a la sociedad toda, la nación y finalmente al mundo. Esta es la orientación moral de los dirigentes que estoy describiendo. Para que esto se realice, tal liderazgo tiene que ser guiado por una visión y un conjunto claro de principios irrevocables y valores universales que tienen la amplitud y profundidad de abarcar la diversidad de la familia humana.
En segundo lugar, hay una necesidad de aprovechar la creatividad natural humana para avanzar y desarrollar la condición de las personas. Este es el componente innovador del liderazgo. Como todos ustedes saben, cada cultura tiene ejemplos de hombres y mujeres extraordinarios que impulsaron a la humanidad adelante en el campo de la filosofía, la ética, las ciencias, los deportes y las artes culturales, libremente ejerciendo sus talentos dados por Dios hasta el punto de desafiar los paradigmas existentes.
Aunque muchos se encontraron con dificultades debido a restricciones religiosas, sociales y jurídicas de su tiempo, es justo decir que el mundo moderno, con sus libertades y avances más grandes, se ha beneficiado en gran medida debido a los sacrificios de estos innovadores.
Señoras y señores, la era moderna ha sido testigo de algunos de los grandes avances científicos en la historia que siguen impactando y “reduciendo” al mundo con importantes mejoras en transporte, comunicaciones y el intercambio de conocimientos e información.
En el pasado, la distancia y el tiempo fueron los “impedimentos físicos” que aislaban y separaban la raza humana. Sin embargo, estos ya no son impedimentos relevantes. En otras palabras, la ciencia y la tecnología han eliminado las barreras físicas, pero no han quitado las pretensiones raciales, religiosas, nacionales, tribales o étnicas, que siguen siendo la fuente de los conflictos en todo el mundo.
La Fundación Paz Global está liderando esfuerzos para la paz basado en una visión espiritual expresada en la frase simple, pero profunda, de “Una Familia bajo Dios”. El poder transformador de esta visión viene de la verdad fundamental de que todas las personas, independientemente de su raza, religión, nacionalidad, tribu o grupo étnico, son seres espirituales que comparten una herencia común en un Dios o Creador.
Como dijo Víctor Hugo, “poderoso que un ejército invasor es una idea cuyo momento ha llegado”. Por todo el mundo, nuestros Festivales Paz Global (FPG) han demostrado que los pueblos de muy diversos orígenes están dispuestos a aceptar esta visión, y se comprometen a participar, trabajando y viviendo como una familia global.
Centrado en la visión de “Una familia bajo Dios”, FPG ha desarrollado alianzas multisectoriales con sus iniciativas orientadas en acción en tres áreas clave: 1) la creación de asociaciones interconfesionales; 2) fortalecimiento de familias y, 3) la promoción de una cultura de corazón” a través del servicio. En solo tres años, FPG ha hecho participar a millones de personas en seis continentes, usando la energía y convicción de nuestros cooperantes de la sociedad civil, los recursos de la comunidad empresarial, los valores comunes de las organizaciones religiosas, así como la participación de los organismos gubernamentales.
Nuestro enfoque innovador para las asociaciones interconfesionales ha llevado a líderes de todas las grandes tradiciones de fe, así como aquellos que no tienen fe, a participar juntos en una manera sin precedentes.
A diferencia de las iniciativas interconfesionales del pasado, que eran a menudo un esfuerzo por parte de una tradición religiosa particular para promover la tolerancia o la comprensión de los que están fuera de su fe, FPG conscientemente evita defender una tradición religiosa particular, sino más bien pone de relieve la espiritualidad como la forma de construir una plataforma común para compartir aspiraciones, principios y valores.
Como resultado, estamos trabajando eficazmente en todo el mundo, desde países del antiguo bloque comunista hasta los países pluralistas y capitalistas de las Américas; desde países seculares de la Unión Europea hasta países profundamente religiosos del Medio Oriente, desde África tribal hasta la diversidad y energía de Asia.
Siempre hemos visto que cuando la gente de fe colabora como socia para un bien mayor, hasta los problemas sociales más difíciles pueden abordarse de manera eficaz.
En Indonesia, por ejemplo FPG se asoció recientemente con Nahdlatul Ulama (UN), una de las mayores organizaciones cívicas Musulmanas del mundo, para celebrar una cumbre interreligiosa global. Además, FPG también se está asociando con NU en el proyecto llamando “El Poder de 1000 Rupias”, que educa a los jóvenes a ser socialmente conscientes de la situación difícil de sus vecinos menos afortunados, sin distinción de clase, fe u origen étnico, así como recaudar los recursos para enfrentarse a la pobreza y otros graves problemas sociales.
En segundo lugar, FPG afirma que la Familia no es solo vital para el bienestar espiritual del individuo, sino también para la construcción de una sociedad, nación y mundo pacíficos. La familia es la unidad fundamental de la sociedad, en la cual las habilidades más esenciales de la vida se aprenden. Es la Escuela del Amor, donde las virtudes que subyacen en todas las relaciones sociales positivas se practican y se hacen realidad. Por lo tanto, es vital apoyar a las instituciones tradicionales del matrimonio y la familia, tanto a través de políticas públicas como a través de iniciativas prácticas. Estoy orgulloso de informarles que, con el apoyo de FPG y sus socios, la nueva Constitución de Kenia, que fue aprobada recientemente con un apoyo abrumador, incluye provisiones que protegen la sagrada institución del Matrimonio, así como la santidad de la vida en el útero.
Ambas cuestiones están fuertemente impugnadas en las democracias occidentales más desarrolladas, pero Kenia, aunque se considera parte de los países en desarrollo, ha tomado la delantera en estos temas sociales, reconociendo que tienen consecuencias nacionales y mundiales.
Me gustaría señalar que esta época ofrece estas oportunidades para otras naciones, ricas o pobres, para trazar su propio destino y ser líderes en los principales temas críticos que afectan a la comunidad mundial. Pero, por supuesto, para ser líder uno tiene que ser guiado por un espíritu altruista de servicio, así como ser consciente de los problemas y sus posibles resultados.
Esa es la razón por la cual la tercera área de atención de FPG es la creación de una “cultura de corazón” a través de cultivar el carácter individual y el poder transformador del servicio. El servicio, en este contexto más amplio, implica aprovechar la creatividad humana en esfuerzos de colaboración para resolver problemas, creando “dueños”, de la solución y no solo “participantes” en el proceso. Por lo tanto, FPG promueve el emprendimiento social e iniciativas de desarrollo impulsadas por las comunidades, de los cuales los socios locales se hacen “dueños”, como instrumentos importantes para abordar los problemas humanos más difíciles, así como el mantenimiento de la sostenibilidad. Sirviendo, además, juntos por una causa común se puede ayudar a romper las barreras que existen entre los pueblos en conflicto, por lo tanto puede ser un poderoso instrumento para la paz, la comprensión y la transformación personal.
FPG, a través de su filial “Alianza de Servicio para la Paz Global” (Global Peace Service Alliance), está colaborando en iniciativas innovadoras internacionales como “Servicio Global” (Global Service ). Al mismo tiempo, la Fundación inicia y apoya proyectos que puedan servir como modelos efectivos de impacto nacional e internacional.
Por ejemplo, el éxito del proyecto de limpieza del rio Nairobi después de la violencia en Kenia tras las elecciones en 2008 se convirtió en la iniciativa llamada “Rio de Paz”, que ahora estamos llevando a todo el mundo.
Inspirado por este modelo de éxito, FPG en Nepal ha puesto en marcha un proyecto similar para limpiar el muy contaminado rio Bagmati en Katmandú, tradicionalmente considerado un símbolo nacional y, más importante, un rio sagrado. Miles de voluntarios se reunieron hace apenas unas semanas atrás para el inicio de la campaña de limpieza del rio Bagmati.
Esta campaña ya ha adquirido un significante impulso con el apoyo de líderes juveniles, organizaciones de base comunitaria y empresas locales.
Señoras y señores, el propósito de las series de FPG en 2010 es promover efectivas soluciones sostenibles para países en desarrollo con el fin de cumplir con los objetivos de Desarrollo del Milenio activamente, pero de manera innovadora.
El primer paso es identificar los verdaderos modelos nacionales que han funcionado y después construir las alianzas públicas y privadas necesarias que pueden replicar y adaptar ese modelo en otros países. Como un coreano de nacimiento que ha experimentado la pobreza después de la guerra de Corea, puedo decir que su transformación económica ha sido realmente increíble.
Este ejemplo moderno de crecimiento económico nacional no tardó siglos, solo unas pocas décadas, y por lo tanto, ofrece una hoja de ruta alternativa a la prosperidad.
Es por eso que FPG decidió celebrar la primera Conferencia de Liderazgo Paz Global 2010 en Seúl, Corea.
La prosperidad económica es el objetivo para todas las naciones, pero también es importante señalar que con el desarrollo vienen nuevos desafíos. Aunque Corea es la economía numero 12 más grande en el mundo actualmente se enfrenta a la erosión de sus valores tradicionales en la familia y su herencia espiritual. A diferencia de la Corea de mi juventud, la Corea de ahora se enfrenta a una de las más altas tasas de divorcio y a la tasa más baja de natalidad de cualquier nación desarrollada.
Esto tendrá incalculables consecuencias políticas y socioeconómicas en el futuro.
Además, el carácter orgulloso e independiente de Corea del pasado está cambiando lentamente, como es el caso en muchos países desarrollados, frente a las fuerzas laicas y “progresistas” que promueven las políticas de bienestar a expensas de la estabilidad social y política, así como el crecimiento económico.
Por eso creo que el liderazgo moral e innovador es tan importante hoy en día, no solo en países desarrollados. El liderazgo moral proporcional la hora de ruta para la construcción de la nación, trazando una visión arraigada en las aspiraciones, principios y valores universales, mientras que el liderazgo innovador proporciona los métodos a través de los cuales se puede realizar la visión. Ambos son como las dos caras de una moneda.
Creo que la mayoría estará de acuerdo que la verdadera causa de la recesión mundial puede atribuirse directamente a la erosión de principios y valores. Porque si la gente en el poder no se autorregula a sí misma, entonces, cualquier sistema o institución experimentaría corrupción y el colapso final como hemos visto con Wall Street.
Las agencias reguladoras (del sistema financiero) no son la respuesta, ya que se enfrentan a los mismos retos de liderazgo, igual a todas las otras instituciones, además de ser una burocracia costosa. Al final del día, es el liderazgo o la falta del mismo el que determina los resultados, ya sean positivos o negativos.
Aquí en el Paraguay, FPG ha tomado la delantera en cuanto al liderazgo moral y la innovación a través de la Fundación Paz Global Paraguay, con el propósito explícito de abordar las cuestiones críticas de construcción de la nación en muchos niveles. Con esa misión, ya se ha establecido un instituto (Instituto de Desarrollo del Pensamiento Patria Soñada IDPPS-), o “think- tank”, para crear una hoja de ruta concreta para el futuro del Paraguay.
El primer paso sería construir un modelo de desarrollo para la gran región del Chaco, que es el área más grande, pero más pobre del Paraguay, esta propuesta está siendo considerada seriamente por las personas de más alto nivel del gobierno y muestra las posibilidades de las asociaciones públicas y privadas para abordar los desafíos socioeconómicos en el mundo en desarrollo.
Además, también está participando en iniciativas de servicio que responden a las necesidades más amplias del medio ambiente y de la educación del Paraguay. A través de alianzas con grupos conservadores, la Fundación está haciendo esfuerzos para proteger y preservar las especies indígenas del Paraguay, así como introducir modelos de conservación que están establecidos y aprobados.
Recientemente, se ha formalizado un convenio con una ONG principal de Paraguay, “A Todo Pulmón”, para promover una cultura de servicio entre los jóvenes mediante la plantación de árboles en parques y espacios abiertos dentro y alrededor de la ciudad de Asunción. Alineada con su compromiso a la educación, la Fundación ha firmado un acuerdo de tres años con el Ministerio de Educación para promover y proporcionar los materiales para la Educación del Carácter en el sistema de escuelas públicas del Paraguay.
Sin embargo, incluso con estas iniciativas, se debe hacer mucho más para impulsar a Paraguay a ser un Líder moral e innovador entre las naciones de América Latica. Este es el caso, especialmente teniendo en cuenta el contexto geopolítico y económico de esta región y todo el hemisferio.
Tenemos que aceptar lo inevitable, especialmente todos lo que viven en el oeste. Hay nuevas potencias en Asia que ya están cambiando el equilibrio del poder económico, diplomático y militar desde el Occidente al Oriente. China por si sola es una nación con una base de población de 1.500 millones de personas, por no hablar de la India, que tiene una base de población de 900 millones de personas. Con solo estos dos países en la costa sur oriental de Asia, hay 2.500 millones de personas. Si se incluye Japón y el noreste de Asia, así como su interior hasta el Medio Oriente, Asia representa más de dos tercios de la humanidad que puebla el mundo.
Dada la gran cantidad de recursos humanos, materiales, naturales, de energía y recursos financieros en Asia. Occidente tiene que aceptar el hecho de que, en el marco del estado actual de las cosas, será superado y, posiblemente, puede hasta perder su importancia en la escena mundial. El Occidente tiene que reconocer lo inevitable y tiene que prepararse para ser un competidor más viable a Asia si quiere tomar control de su propio destino. Este es el momento en que las personas con visión de futuro, especialmente en este hemisferio, deben concebir un nuevo orden geopolítico y económico.
Si nos fijamos en la creación de la Unión Europea, fue concebida a partir de un problema económico. Con el fin de competir con los Estados Unidos, las fragmentadas naciones de Europa necesitaban crear una unión con un propósito similar al de los Estados Unidos. Ahora, ¿qué harán los Estados Unidos, incluso con la Unión Europea, para competir con la ola creciente de Asia?.
Los Estados Unidos tienen una población de solo 300 millones, la población de China por si sola es cinco veces más grande que la de los Estados Unidos.
El Occidente necesita iniciar un movimiento para crear más asociaciones regionales y continentales estratégicas donde los intereses nacionales fragmentados pueden ser reemplazados con un solo interés hemisférico coordinado. El primer paso es crear una mayor unión de América Latina en el sur y una mayor unión de América Central caribeña en el centro del hemisferio.
Aquí en América Latina, ya hay un movimiento para hacer realidad el sueño de Simón Bolívar de crear una unión más grande de América Latina. Por desgracia, los proponentes de esta visión no son necesariamente los campeones de los derechos humanos y las libertades fundamentales dotadas por Dios tampoco representan a la mayoría de las naciones, así como a las personas que están luchando con las necesidades básicas y los desafíos de los países en desarrollo.
Por supuesto, cuando hablo de estos temas con los brasileños, naturalmente piensan que esto es una gran idea y que la sede central de una Unión de América Latina debería, obviamente estar en Brasil.
Y estoy seguro que si yo fuera ir a hablar con los colombianos, argentinos o chilenos, ellos dirían lo mismo. Sin embargo, como es evidente, en Europa, la sede central de la Unión Europea reside en Bélgica, en vez de en una de las potencias de Europa como Alemania, Francia o Inglaterra, porque un pequeño país neutral puede arbitrar los intereses de las naciones más poderosas de mejor manera, así como representar los intereses de los socios menos desarrollados.
Algo me dice que si una unión similar se desarrollara aquí en América Latina, tendría su sede en un país más pequeño y neutral. Si tuviera que caracterizar como sería esa nación, esa nación tendría que tener una visión lo suficientemente grande como para digerir la diversidad de América Latina, así como abogar por un conjunto de principios y valores universales que elevan la dignidad humana y debe elevar los derechos humanos fundamentales y las libertades. Por lo tanto, será una nación que tiene una fe profunda con una profunda convicción en el futuro, no solo por su nación, sino para toda la región también.
Al ver los frutos de las semillas plantadas aquí hace dos años, yo creo que Paraguay puede definitivamente demostrar a América Latina y al mundo su verdadera fe que a la vez conlleva a su verdadera convicción.
Puedo prever que cuando la visión de la construcción de una mayor Unión para América Latina recorra todo el continente de América del Sur, ¡la opción obvia para su sede será Paraguay!.
Señoras y señores, mi fe esta con Paraguay. Ustedes están en el centro de este gran continente, como un vientre listo para brotar nueva vida en América Latina. Estoy profundamente conmovido por su herencia espiritual, así como su cultura indígena e idioma.
Sé que ustedes son una democracia relativamente joven y son un pequeño país en el medio de gigantes. Sin embargo, me siento honrado de estar aquí con ustedes, y me encuentro con fuerza en su fe pues, aunque Paraguay puede ser un país pequeño, ustedes tienen el sueño de que Paraguay, algún día pueda elevarse a la grandeza, y que un futuro brillante le espera a su nación.
Ustedes tienen fe en cada uno y la mayor parte de ustedes tienen fe en Dios. Por eso creo que Paraguay realmente puede poseer el mayor sueño de todos, el sueño de construir “Una Familia bajo Dios”.
Si me permiten el atrevimiento, me gustaría dar un desafío a la nación de Paraguay, a soñar en grande y asumir el manto del liderazgo moral, global e innovador. En primer lugar, vamos a pavimentar el camino hacia la paz y la reconciliación en este hemisferio a través de la visión unificadora de “Una Familia Bajo Dios.” En segundo lugar, permitir que sea el líder regional que pueda arbitrar los intereses de sus vecinos más poderosos para mantener la paz y la estabilidad en la región de América del Sur. En tercer lugar, que sean los defensores internacionales de la visión de crear “Una Familia Bajo Dios” en todo el mundo, por lo tanto, una nación líder en el proceso de establecer la paz global.
Mientras estoy aquí ante ustedes, me llama la atención el significado de este momento, un momento en que un sueño puede ser plantado y estimular la imaginación de una nación y de toda una región al aprovecharse de su destino y dejar una huella en la historia humana.
Señoras y señores, el futuro es suyo para moldearlo. ¿No les gustaría aprovechar este momento? ¿Van a lamentar la oportunidad perdida para hacer la diferencia? ¿O ustedes se van a levantar conmigo a soñar el sueño más grande de todos para construir un mundo de paz y prosperidad conjunta a través de la visión de “Una Familia Bajo Dios”. La elección y el momento son suyos.
Muchas gracias y que Dios bendiga todos sus esfuerzos.