Premios Vivir Por El Bien De Los Demás 2012
Global Peace Women
Discurso de la Dra. Jun Sook Moon
Asunción, Paraguay
Estimados dignatarios, distinguidos invitados, damas y caballeros:
Es un gran placer para mi estar con ustedes esta noche aquí en Asunción. Gracias a todos por asistir a la Cuarta Premiación de la Fundación Paz Global Paraguay. Qué gran honor es el hecho que una persona sea reconocida como alguien que ejemplifica el ideal de “Vivir por el Bien de los Demás”. Hoy estamos honrando a siete excepcionales mujeres Paraguayas, haciendo de esta noche una verdadera ocasión especial.
Antes de continuar, permítanme agradecer la presencia de los distinguidos líderes nacionales aquí presentes. También quisiera dar un cálido saludo a los estimados ex–presidentes, Honorables Excelencias: Juan Carlos Wasmosy y Raúl Cubas de Paraguay, Luis Alberto Lacalle de Uruguay, Vinicio Cerezo de Guatemala, y Jaime Paz Zamora de Bolivia. Por último, deseo reconocer la infatigable labor de la secretaria general de GPWomen en Latinoamérica, la Sra. Cristina Jae Soon Field y de la presidente del Área de Mujeres de la Fundación Paz Global en Paraguay, la Sra. María Ester Jiménez, además de todas las distinguidas damas y el personal que las han apoyado en sus tareas.
Esta noche me gustaría compartir brevemente con ustedes algunos de mis pensamientos y motivaciones para nosotras las mujeres, como contribuyentes de un mundo de paz y justicia. En particular, quisiera hablarles brevemente acerca de GPWomen, una nueva iniciativa de la Fundación Paz Global cuyo trabajo es esencialmente orientado a mujeres para lograr la paz.
El noviembre pasado, en la Convención Paz Global en Corea, mi esposo, el Dr. Hyun Jin Moon, fundador y Presidente de la Fundación Paz Global, propuso el lanzamiento de Global Peace Women. En aquel momento él dijo:
“El sueño de paz no puede ser alcanzado sin el apoyo de las mujeres que representan la mitad de la población del mundo. La naturaleza intrínseca y la experiencia de las mujeres fortalecen las actividades sociales y son esenciales para realizar el sueño de establecer Una Familia Bajo Dios”.
Estoy segura que ustedes están de acuerdo en que las mujeres actualmente han incrementado la importancia de sus roles en nuestras comunidades y naciones. De hecho, muchos hablan actualmente que esta es la “Era de la Mujer.” Creo que ustedes también están de acuerdo en que las mujeres proveen cualidades únicas a cualquier rol que representemos. Incluso, se ha dicho que las mujeres sostienen una mitad del cielo.
Sin embargo, para que las mujeres se den cuenta de este potencial, y para que la humanidad se convierta en “Una Familia Bajo Dios,” la dignidad y los valores innatos en las mujeres dados por Dios deben ser reconocidos y respetados. En esta era de globalización, escuchamos mucho acerca de la necesidad de diferentes tipos de recursos, como por ejemplo los recursos de energía, y muchos otros más. Pero los recursos más importantes para el futuro de nuestro planeta son los recursos humanos, no solo para el progreso económico sino también, y sobre todo, para el progreso moral y la armonía social.
Las mujeres, quienes representan un poco más de la mitad de la población del mundo, constituyen un gran recurso que no está siendo aprovechado y la humanidad no puede darse el lujo de ignorarlo. Es tiempo de fomentar este “recurso ” que se traduce en el protagonismo de la mujer para lograr la paz en las familias, comunidades, y el mundo.
De los aportes que son ofrecidos a las comunidades más pobres, es muy común ver como las mujeres pueden aprovechar y hacer rendir al máximo esta situación. Por ejemplo, un préstamo de microcrédito, aprender a leer, planificar la unión familiar,etc. Todas esas cosas promueven la dignidad y la autosuficiencia de las mujeres en estado de pobreza, para el beneficio de sus familias y comunidades.
Actualmente, existen en todo el mundo muchas iniciativas para fomentar y enaltecer los derechos de las mujeres. Global Peace Women centra su trabajo en dos proyectos específicos. El primero se trata del cultivo de los valores familiares y la educación del carácter para mejorar la dignidad de la mujer, y la de sus hijos como futuros ciudadanos y líderes responsables. El segundo se trata de utilizar las características innatas de las mujeres para desarrollar enfoques nuevos y creativos para la paz en cada nivel.
Nuestra primera misión, por lo tanto, es fomentar y capacitar a la mujer en su rol fundamental dentro de la familia. Las madres crían y educan la próxima generación e invierten el amor de corazón para unir la familia. El amor dentro de una familia saludable enseña a los hijos a desenvolverse con la verdad entre los unos y los otros, dándole significado a la vida, desarrollando un buen carácter, un buen corazón que experimente amor, y su reciprocidad.
Tal experiencia dentro de la familia, a través de la enseñanza y el modelo de responsabilidad, prepara a los niños para que se conviertan en miembros productivos y responsables de la sociedad, encarando el problema del rompimiento familiar, el cual conlleva un efecto profundo y dañino para generaciones futuras. Estos aspectos constituyen las bases absolutamente esenciales para la solución de problemas en nuestras sociedades y en nuestro mundo.
Así, el efecto de este enfoque no termina en el nivel familiar. Así como los roles de un padre y una madre son requeridos en una familia, necesitamos integrar armoniosamente a ambos, mujeres y hombres en el liderazgo de la sociedad de hoy.
La empatía, la compasión, fomentar la reconciliación, tener la habilidad de ver las mejores conveniencias para la familia y la comunidad en general; son fortalezas del liderazgo femenino. Si estas virtudes pueden ser establecidas como la ética pública en nuestra sociedad moderna, seremos capaces de encontrar enfoques nuevos y creativos a los problemas críticos que han permanecido sin resolverse hasta ahora.
Este enfoque no puede considerarse de manera “tradicional” sino por el contrario, debe ser considerado de manera integral, incluyendo principios espirituales, valores morales, y cualidades del carácter, los cuales permiten dar un verdadero enfoque “progresivo”. Solo un enfoque que promueve las cualidades humanas morales, en adición a los requerimientos económicos sociales,puede generar progreso y alcanzar el futuro de paz que tanto anhelamos.
Global Peace Women está dedicado a abordar los principales desafíos que enfrentan las mujeres, niños y familias en cada una de las regiones locales donde trabajamos. En cada área nos enfocamos en desarrollar programas que posibilitan los mejores resultados a gran escala.
Se darán casos en los que nuestro trabajo implicará apoyar víctimas del tráfico humano; en otros casos implicará trabajar en programas de alfabetización o actividades extracurriculares para ayudar a alejar a la juventud de las calles y generar diversas actividades o trabajos. Las posibilidades son infinitas. Todo lo que necesitamos es su participación y apoyo.
Nuestro mundo es un mundo de incesantes problemas, que necesita urgentemente nuestro compromiso, nuestro esfuerzo, y sobretodo, nuestro amor. Espero que puedan unirse conmigo en el avance de este noble esfuerzo.
Que Dios los bendiga a ustedes y a sus familias. Muchas gracias.