Un muro de paz a lo largo de la calle Bombay. Los patios traseros están protegidos de los ocasionales estallidos de violencia. Crédito: Supermac1961

Un muro de paz a lo largo de la calle Bombay. Los patios traseros están protegidos de los ocasionales estallidos de violencia. Crédito: Supermac1961

La paz inestable ha estado en Irlanda por quince años, pero todavía hay recuerdos dolorosos de la violencia y discriminación que desgarró a lo largo de la Isla Esmeralda propagada por diferencias políticas, religiosas y nacionales. Miles de vidas fueron tomadas en el conflicto que sucedió hace solo quince años con los acuerdos del Buen Viernes.

Hoy la frontera de Irlanda del Norte esta delineada por “muros de paz,” construidos para mantener a las comunidades sanas y salvas temporalmente. Aunque los murales adornan muchas de las comunidades ahora, haciendo populares las atracciones turísticas, también hablan de relevantes hostilidades y miedo.

Un artículo de Sky News sobre el anuncio del Gobierno Británico para derrumbar los muros dentro de una década reporta la reticencia de las comunidades viviendo en ambos lados del muro. Un hombre del oeste de Belfast dijo: “Necesitamos manejar las barreras mentales aquí antes de pensar en remover las físicas.” Otro hombre adhiere: “El pueblo, en lugar de los políticos o paramilitares, van a decidir cuándo es el momento correcto de remover los muros.”

Esto es legalmente y socialmente verdadero.

De acuerdo a los Acuerdos del Buen Viernes, los gobiernos Irlandeses y Británicos son obligados a moverse de acuerdo a la voluntad de la mayoría del pueblo.

La voluntad y cooperación de la gente que se manifestó en ambos lados de estos muros para el paso del acuerdo del Buen Viernes. Antes de esta cuestión, se realizaron dos referendos, uno en Irlanda del Norte y uno en la República de Irlanda. Al mismo tiempo, la mayoría en Irlanda del Norte votó para permanecer como parte del Reino Unido, pero un número significativo de Irlandeses expresaron su deseo de la futura unificación de Irlanda.

El acuerdo de los partidos que comprometió a ambos gobiernos y partidos políticos, subraya que debería cambiar la mayoría de la opinión, ambos gobiernos tienen el acta de derecho consolidado de acuerdo con ese deseo.

Además, el tratado pide que cada cuerpo gubernamental ejerza “Imparcialidades rigurosas en medio de todas las personas en la diversidad de sus identidades y tradiciones.” Esto delinea los principios que deberían definir las estructuras de soberanía política:

-Respeto total e igualdad de los derechos civiles, políticos, sociales y culturales.

-Protección contra la discriminación de todos los ciudadanos y partidos.

-Estima, tratamiento justo y equitativo por la identidad, ética y aspiraciones de ambas comunidades.

Quince años han pasado desde los acuerdos del Buen Viernes, pero el progreso ha sido lento. Quizás, como el hombre de Belfast lo expresó, antes de la integración política y económica, el movimiento debería derrumbar las “barreras mentales” que han sido erigidas por décadas de sufrimiento, comenzando por formar una aspiración compartida que trascienda las divisiones de norte y sur.

Así como los Acuerdos del Buen Viernes están construidos sobre las bases del compromiso, deberían continuar la construcción de paz.

Global Peace Foundation estableció recientemente su primer capítulo Europeo en Irlanda. Esto promete traer modelos de bases de construcción de paz similares a los de la Iniciativa Korea United para la reunificación Coreana.