Discurso del Dr. Hyun Jin Moon en la Conferencia Internacional: “Gobernanza, Ética y Desarrollo”

Paraguay siempre ha tenido un gran potencial, sin embargo, no ha sido capaz de aprovechar ese potencial debido a los desafíos políticos que enfrentó en sus primeros años. Pero con el precedente de las recientes elecciones, se ubica en un nuevo fundamento de legitimidad que está ganando reconocimiento de la comunidad internacional. Creo que es el tiempo para que Paraguay brille. Hoy la Conferencia sobre “Gobernanza, Ética y Desarrollo” es de grande y oportuno significado para Paraguay, esta región y el hemisferio entero. A medida que estamos en el Occidente sabemos que la contribución excepcional del hemisferio Americano a la historia global moderna no hubiera sido posible sin los cambios de paradigma en la observación del mundo ocasionado por el Renacimiento y la Reformación de Europa.

Muchos de los que han hecho el largo viaje a lo largo del Atlántico vinieron con esperanzas de nuevos comienzos llenos de oportunidades en esta nueva tierra. Sin embargo, en el curso de algunos siglos, las historias de Norte América y Latinoamérica se desenvolvieron de una manera muy diferente con las consecuencias reales cuantitativas y cualitativas para sus pueblos, aunque todos ellos fueron ante todo cristianos y descendientes Europeos.

La diferencia fundamental se ubica en su herencia. Norte América fue formada por el legado Británico, el cual pavimentó el camino para el primer gobierno constitucional y el reconocimiento de “derechos fundamentales” para todos los ingleses.

Por otra parte, las regiones centrales y sureñas de América estuvieron muy influenciadas por las tradiciones religiosas más feudo-políticas de la península ibérica que permanecieron como un baluarte en la antigua Europa.

De esta manera, los impulsos para la reforma fundamental y los cambios del Renacimiento y la Reformación que llegaron a Gran Bretaña no se materializaron en España y Portugal.

Naturalmente, esto tuvo un gran impacto en los desarrollos relativos y en la historia de las regiones mencionadas y sus respectivas revoluciones nacionales para la independencia de sus progenitores europeos.

Por lo tanto, aunque las revoluciones de Latinoamérica en el siglo IXX llevaron a establecer bloques regionales políticos similares a los de Norte América, estos no pudieron hacerlo.

Latinoamérica se ha fragmentado en muchos estados de naciones autónomas independientes que fueron fuertemente influenciadas por los viejos sistemas y tradiciones de la península ibérica.

Incluso hoy, Latinoamérica lucha con su legado, desde que las pequeñas elites controlan relativamente los estilos de vida políticos, sociales, religiosos y económicos de sus naciones, así, creando las circunstancias de malestar en las cuales las ideas radicales como el comunismo y la liberación teológica han surgido y echado raíces. Mientras muchas democracias en desarrollo alrededor del mundo han tratado con las desigualdades de sociedades feudales, América Latina todavía enfrenta ese desafío.

Por eso es que estoy emocionado por las transformaciones que están ocurriendo aquí en Paraguay, dada su centralidad geográfica como su historia excepcional y raíces culturales, ésta podría y sería metafóricamente el “vientre” de América Latina.

Su historia refleja el corazón de un pueblo inclusivo, amante de la paz que, a diferencia de otras naciones en América, acogió la población nativa, incluso adoptando su idioma “Guaraní” como parte del patrimonio nacional. Pero lo más importante, Paraguayos siempre han reconocido y honrado a Dios en sus familias, sus comunidades, y en la vida de su nación.

Esa fue la razón por la que realicé el primer Global Peace Festival aquí en Paraguay en el 2008 durante un periodo de inmensa lucha política interna para este país.

Yo enfaticé la importancia del liderazgo moral e innovador, y la necesidad de establecer los precedentes apropiados para que esta república joven continúe en el camino hacia el cumplimiento de su gran potencial.

Todavía recuerdo el debate de una hora y media que tuve con el Presidente de aquel entonces Nicanor Duarte acerca de la importancia de la visión, principios y valores, y la necesidad de establecer el legado apropiado de una transición democrática pacífica para que esta democracia frágil pueda sobrevivir.

También recuerdo mi discurso en el Congreso nacional donde una vez más enfaticé los puntos que hablé con el presidente y desafié al Congreso a construir un nuevo país centrado en valores y principios universales, y la visión de “Una Familia Bajo Dios.”

Mis memorias más profundas vienen de experiencias directas con el pueblo Paraguayo. Me dijeron que todavía se habla del arreo de ganado que conduje con un grupo de jóvenes de la elite Paraguaya.

Recuerdo bien las conversaciones alrededor del fuego que tuve con esos jóvenes mientras acampábamos en la noche en nuestro viaje a lo largo del Alto Paraguay en medio de los pueblos y las comunidades indígenas más pobres.

También recuerdo claramente su transformación mientras cabalgábamos por el pueblo de María Auxiliadora y el privilegio de que nos ofrecieran una humilde pero deliciosa comida por sus habitantes. Muchos de esos jóvenes nunca habían tenido tal experiencia, y yo atestigüé como la división social que ha separado los ricos de los pobres en esta nación por siglos se desintegró en la cara de nuestra humanidad común.

Ahí ví el grandioso potencial del pueblo Paraguayo y el futuro brillante para esta nación si se inspira a soñar en grande, pensar en grande y actuar en grande.

De regreso a Asunción, después del arreo de ganado, tuve la oportunidad de hablar con 30 mil jóvenes en el Primer Global Peace Festival en el Estadio Olympia.

Ahí, los desafié a llevar a cabo el sueño más grande de todos y construir “Una Familia Bajo Dios” y a volverse dueños del futuro y el destino de su nación. Para mi agrado, la respuesta fue abrumadora.

Yo recordé específicamente la inmensa emoción, energía y sentido de esperanza que se formó esa noche de eventos. La nación completa fue energizada a encargarse de su destino y sus efectos fueron palpables. En el 2009, lancé Fundación Paz Global (FPG) en Paraguay. Desde entonces, FPG ha estado avanzando en programas de educación del carácter en escuelas a lo largo del país en cooperación con el Ministerio de Educación.

Organizamos jóvenes voluntarios para hacer el trabajo de servicio social como plantar árboles, limpiar parques, y pintar escuelas. En adición, estamos promoviendo el avance de la mujer a través de la Premiación Anual “Vivir por el Bien de los Demás” como también otros programas los cuales permiten a las mujeres contribuir directamente a sus comunidades.

En la ciudad de Puerto Casado, FPG ha trabajado incesantemente para socorrer a las personas del pueblo con servicio médico y odontológico, programas de educación, donaciones de comida, ropa, cobijas, artículos escolares y deportivos y mucho más.

Poco después, establecimos la Asociación para el Desarrollo del Chaco, la cual ha establecido una granja de vegetales comunitaria, una granja piscicultora y una panadería, proveyendo trabajo en una base rotacional a cientos de personas en Alto Paraguay y ayudando a mejorar su régimen alimenticio. Todos estos esfuerzos son para crear una manera sostenible de vida para la gente de Alto Paraguay, de la cual ellos estarían orgullosos y serían responsables.

Después, en el 2010, reconociendo la necesidad de un Instituto de pensamiento, el cual podría ayudar como guía para el futuro desarrollo de Paraguay, yo fomenté la fundación del Instituto del Desarrollo Pensamiento Patria Soñada (IDPPS) bajo el liderazgo capacitado del Honorable José Altamirano.

El instituto ha logrado un gran pacto en corto tiempo, especialmente a través del trabajo en un modelo de desarrollo para la vasta región del Chaco golpeada por la pobreza.

El Instituto ha logrado mucho en poco tiempo, especialmente a través de su trabajo en un modelo de desarrollo para la vasta y afligida región del Chaco basado en la movilización de asociaciones públicas y privadas.

Además, aparte de un número de conferencias locales, seminarios y talleres, IDPPS ha llevado a cabo o ha acompañado tres grandes Conferencias de Liderazgo Paz Global – Asunción 2010, Brasilia 2011, y Atlanta 2012. Cada una de estas conferencias también ha tenido un apoyo valioso de la Fundación Esquipulas de Guatemala, liderada por nuestro ilustre expresidente Vinicio Cerezo, y la Conferencia de Liderazgo de Uruguay.

En la Convención Paz Global de Atlanta el año pasado, GPF, en alianza con estas tres prestigiosas instituciones, lanzaron la Misión Presidencial Latinoamericana, compuesta de cerca de, yo escribí 20, pero creo que es 19 expresidentes.

La Misión Presidencial está comprometida a fortalecer las relaciones entre Norte, Centro y Sur América, como también América Insular, para promover el despertar espiritual hemisférico centrado en principios y valores universales.

Otra área de enfoque de la Misión Presidencial Latinoamericana es comercio e inversión, y en este viaje he traído conmigo un grupo de inversionistas Coreanos para ver de primera mano las enormes oportunidades que se están abriendo ahora para este país y la región.

Grupo de inversionistas, podrían levantarse por favor? Por favor, denle un gran aplauso.

Eso no es todo, también traemos un grupo de periodistas Coreanos con nosotros, porque la historia de Paraguay necesita ser contada al mundo. Así ellos pueden reportar sobre las transformaciones que están sucediendo en esta región del mundo, tan distante de Asia, pero tan cerca en términos de sus experiencias. Podrían ponerse de pie también los periodistas Coreanos?. (Aplausos).

Finalmente, el área de enfoque más importante para la Misión Presidencial Latinoamericana es el área de educación, dado el enorme potencial sin explotar de la nación Latinoamericana.

Una gran parte de ese trabajo envuelve una forma grande de iniciativas educativas con el objetivo del desarrollo moral y cívico tanto como habilidades prácticas y conocimiento.

Con la educación adecuada que enfatiza la visión, principios y valores morales, una nueva generación de líderes establecerá un nuevo paradigma de liderazgo muy alejado de los sistemas feudales del continente y las tradiciones y sus problemas subsecuentes con corrupción.

Como dijo el Presidente Carlos Antonio López, primer presidente de Paraguay: “Las escuelas son los mejores monumentos que podemos ofrecer a la libertad.” En otras palabras, la educación debería ser fundamental y total, transformando los fundamentos culturales e históricos de los desafíos de la región y proveer oportunidades equitativas para todos.

Estoy seguro que si Paraguay manifiesta ese tipo de renacimiento ético y moral, la construcción de la nueva república que da certeza legal, oportunidad y seguridad a todos los ciudadanos como también a los inversionistas extranjeros, esto llevará a una enorme bendición de paz y prosperidad para esta nación.

Los emprendedores estarán ahí para invertir a largo plazo, y las puertas se abrirán completamente para las mejoras en la infraestructura, mejoras de producción, surgimiento de nuevas industrias y la expansión del uso de los diversos y abundantes recursos de energía y reservas de Paraguay.

Todo esto permitirá que este país sin salida al mar pueda llegar más allá de sus fronteras y conectarse al mundo, no solo a sus vecinos cercanos dentro de la alianza del MERCOSUR, sino también hacia el pacífico a la alianza reciente formada por Chile, Perú, Colombia, y México, y aun mas allá, a países lejanos como Corea y el resto del oriente de Asia.

Lo que he compartido con ustedes hoy viene directamente de mi corazón.

Yo amo este país y deseo que prospere. Espero que piensen en grande y nunca se den por vencidos en sus sueños.

Han sobrepasado muchos obstáculos a lo largo de su historia, incluyendo las guerras devastadoras en los siglos IXX y XX.

Muchos pensaban que Paraguay era el caso perdido de Latinoamérica.

Ellos incluso creyeron que esta nación volvería al totalitarismo debido a los recientes desafíos políticos. Sin embargo, aquí están. Han sobrepasado la gran adversidad y todavía mantienen su altura, a punto de comprender el futuro con todas las ansias y la esperanza de un campeón eterno.

En conclusión, déjenme decir que la visión de “Una Familia Bajo Dios” puede inspirar y motivar un movimiento espiritual de renovación aquí en Paraguay y a lo largo de América.

Mi esperanza es que esta conferencia sirva como un catalizador para prender la chispa de este movimiento a la vida. Yo desafío a todos y cada uno de ustedes, especialmente a nuestros estimados presidentes que están aquí con nosotros hoy, a tomar el manto del liderazgo moral e innovador y a construir un legado de los ideales más altos, para nuestras comunidades, naciones, y familia humana entera.

Los llamo a que se unan a mí en este gran esfuerzo, y trabajen en sus respectivas áreas para asegurar el futuro brillante para Paraguay, y todos los países en Latinoamérica, a lo largo de la región y el hemisferio.

Muchas gracias por su compromiso y que Dios bendiga a cada uno de ustedes y a sus familias.