En Corea el término uri (“우리”) se encuentra a derecha e izquierda, en casi cada circunstancia de la sociedad Coreana–uri Nara, uri jeep, uri omma (nuestra nación, nuestro hogar, nuestra madre). Uri es un concepto ubicuo Coreano que significa comunidad y unidad. En el sentido gramático, uri es el pronombre de primera persona plural informal en el lenguaje Coreano. Es dominantemente usado por posesivos y literalmente traducido como “nosotros,” o “nuestro.” Sin embargo, uri también es comunmente usado en lugar del posesivo “mio.”
Lo que es particularmente interesante sobre la palabra Coreana es que incluso cuando
se habla a alguien que claramente no es poarte de su familia más cercana los Coreanos usan terminología lingüística como si lo fueran. En el occidente del mundo, esto sería abordado como algo extraño, si un extraño se refiere a su madre como “nuestra madre.” Hay algo aquí que va mucho más allá de la mentalidad de la cultura Coreana.
En el libro: El Yo Conceptual en Contexto: Experiencia Cultural del Autoentendimiento, los autores exploran como el sentido de sí mismo se arraiga en los valores y principios generales de la sociedad. Para Corea, muchas de sus actitudes hacia la sociedad se originan desde la sociedad structural del Confucionismo inculcado hace mucho tiempo atrás. En la tradición Confucionista, el énfasis está en el logro de la virtud a través del desarrollo del individuo en un “humano social” (Yu, 1992, citado en Neisser y Jopling 2010). En el Confucionismo hay cinco relaciones clave: “Emperador-sujeto, padre-hijo, esposo-esposa, mayor-menor, amigo-amigo. Noten que la mayoría de estas relaciones son asimétricas o jerárquicas. Estas relaciones jerárquicas tienen la intención de preservar la armonía y el orden en la práctica diaria en la familia y la nación.
La manera Coreana de relacionarse con los demás incluye una suposición de que “lo que es bueno por el grupo también es bueno para sí mismos, lo cual por definición es ‘una parte’ del grupo” (Koenig, 2010). Hay una investigación específica desde 1990 que apoya la noción de que los Coreanos tienen un énfasis fuerte en los demás y en la familia, sugiriendo que “en lugar de ser concebido y experimentado por entidades separadas, los “yos” son vividos como partes racionales del conjunto.” Esto explicaría porque hay un fuerte sentido de un grupo común en la sociedad Coreana.
Esto también podría tener algo que ver con la historia Coreana de inmensa dificultad que ha sido experimentada desde antes de la Guerra Coreana por 5000 años. En tiempos difíciles, el pueblo Coreano permaneció unido, confiando en los demás porque la vida dependía literalmente de ello. Es interesante el contraste de este concepto del uri Coreano con el entendimiento occidental de la relación entre sí mismos y el conjunto. De acuerdo a Maday y Szalay (citado en Kim y Choi, 1994), se encontró que las primeras asociaciones a la palabra “yo” era “yo, persona individual” para los Estadounidenses.
Las diferencias que emergen de estos conceptos culturales son llamativas. Los Coreanos se vieron a sí mismos como mezclándose en su familia, mientras que las peronas en los Estados Unidos o otros países del occidente se ven fundamentalmente a sí mismos como separados de los demás, incluyendo a aquellos de su familia. Aquí vemos la influencia del individualismo del mundo occidental que subyace al importante “yo” sobre todo lo demás.
Este concepto de barreras también parece que se relata directamente al sentido
Coreano del espacio personal. Aunque se trate de una mujer Coreana de prisa tratando de meterse en la fila de un recurrido supermercado o de estar apretado en el transporte público, el sentido del espacio personal en Corea parece que no existiera. Esto parece que ofendiera o desacomodara desconcertara a la mayoría de los occidentales en Corea, los Coreanos no tienen el concepto de invadir el espacio del otro, porque se entiende que el espacio le pertenece a todos.
El término uri es indicativo de un sentido de unidad o familia con los demás. Como un término que los Coreanos en el Norte y el Sur probablemente usen millones de veces a lo largo de sus vidas, esperamos que este concepto también sea aplicado a la reunificación de Corea del Norte y del Sur. Cuando somos capaces de ver las piezas interconectadas de cada uno como “Una Familia Bajo Dios,” vamos a dar un gran paso para crear un mundo que podamos llamar realmente “nuestro.”
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