En Estados Unidos, el Día de Martin Luther King Jr. es conmemorado anualmente el tercer lunes de enero. El día conmemora su legado y su llamado por un mundo inclusivo de hermandad en la humanidad.
La sabiduría del Dr. King estaba adelantada a su tiempo. Él entendió la importancia de trabajar juntos más allá de cualquier diferencia manifestado en su enfoque de amor y paz. En su último libro escrito en 1968, Where Do We Go From Here: Chaos or Community? (A Dónde Vamos Desde Aquí: Caos o Comunidad?). Él describe los desafíos que contínuan sucediendo en nuestro mundo ahora:
“Hemos heredado una casa grande, una gran “casa mundo”en la cual tenemos que vivir juntos–negros y blancos, Orientales y Occidentales, Gentiles y Judíos, Católicos y Protestantes, Musulmanes e Hindúes–una familia separada indebidamente por ideas, cultura e interés, quienes, porque no podemos vivir separados para siempre, debemos aprender de alguna manera a vivir juntos en paz.”
En las palabras de King, escritas hace 50 años, continua hablando de la comunidad global. Nuestro fallo e inhabilidad de dirigirnos en verdadera igualdad y verdadera “familiaridad” porque en las realidades vividas ha resultado en lo que vemos ahora en el crecimiento del partidismo, radicalismo, corrupción, y la pobreza devastadora en todo el mundo.
El Dr. King anticipó la necesidad de “trabajar apasionadamente e incansablemente para hacer un puente en el golfo, entre nuestro progreso científico y nuestro progreso moral.” Deberíamos considerar las implicaciones y oportunidades que son hechas posibles debido a nuestra visión y los principios y valores que fluyen de él. Imaginen cuan diferente luciría nuestro mundo si invirtiéramos nuestro enorme potencial humano al abordar los desafíos de la pobreza, la contaminación ambiental, la educación, los trabajos y una miríada de otros obstáculos que enfrentamos.
El año 2014 estuvo lleno de pruebas y tribulaciones de todo tipo. Ha habido un recordatorio constante en las noticias alrededor del mundo enfatizando la ausencia de las pautas éticas claras para mitigar la violencia y alentar desesperadamente la cooperación necesitada. El crecimiento de ISIS, el incremento de la violencia en Ucrania, la crisis de Ébola en África Occidental, y la tensión racial y las protestas en Estados Unidos son solo algunas de los muchos dilemas que enfrentamos. Los desafíos de la comunidad mundial son enfrentados, lo que requiere más, y no menos, cooperación y colaboración de todos los miembros de la diversa familia humana.
Todas y cada una de las culturas y tradiciones de fe han buscado encapsular y dejar como herencia principios universales y valores comunes como tratar a los demás con respeto y amabilidad. Sin embargo, muchas veces éstos han sido distorsionados o malentendidos como pautas para solo aquellos dentro de las líneas de identidad de la propia fe de uno. Hay una necesidad urgente de volver a los comienzos de los principios universales y pautas morales para revolucionar el destino de nuestra “casa mundo” compartida. En breve, debemos darnos cuenta–y pronto–que somos mucho más que las identificaciones que hemos asignado a sí mismos.
El Dr. King advirtió proféticamente hace más de 4 décadas: “Juntos debemos aprender a vivir como hermanos o juntos seremos forzados a perecer como tontos.”
La historia reciente ha visto ejemplos del liderazgo inspirado en las vidas de tales figuras como Abraham Lincoln, Mahatma Gandhi, Nelson Mandela, y el Rev. Martin Luther King Jr., Todos encontraron recursos internos para soportar el peso de la injusticia institucionalizada. Todos avanzaron una visión moral que sobrepasó los obstáculos que parecían insoportables y después llevaron la reconciliación al perdón. La marcha de Gandhi al mar, la desobediencia civil no violenta de King, fueron expresiones innovadoras de la visión trascendente expresada en la Declaración de la fundación de Estados Unidos, que “Todos los hombres son creados iguales, y dotados por el Creador con ciertos derechos inalienables.”
A medida que se demuestran estos ejemplos, las cualidades del liderazgo moral e innovador son universales y no son exclusivas a una religión, nación, raza, o cultura. La paz necesita tales líderes que son impulsados por una visión que acoja a toda la humanidad, y que este dispuesta a comprometer sus vidas en el propósito de esta visión.
Más que todo, el liderazgo moral provee la guía para la construcción de la nación subrayando una visión arraigada en aspiraciones, principios y valores universales, aunque el liderazgo innovador provee los métodos a través de los cuales esta visión puede ser realizada, el aprovechamiento de la creatividad natural de los seres humanos necesita avanzar la condición humana. Ellos son como los dos lados de la una moneda.
Vamos a hacer de este año uno en el que podamos ver a través de los lentes desde los cuales Martin Luther King observó–para ver el mundo desde una visión familiar y desarrollar nuevas maneras innovadoras para llegar a una mayor paz y prosperidad. Es indispensable que esta visión sea la primera enmarcada por los ideales guías de un liderazgo moral e innovador que considere el beneficio de la familia humana entera.
Si estamos viviendo en la “casa mundo” juntos, tenemos que encontrar la manera de trabajar juntos, y de hacerlo alegremente. Porque dentro de esta “casa mundo,” vive una gran familia donde todos son conectados como hijos e hijas de Dios, hermanos y hermanas, madres y padres, tíos y tías, abuelos y abuelas.
Si de verdad alcanzamos esta paz verdaderamente duradera, esta visión de “Una Familia Bajo Dios” no puede simplemente quedarse como una visión. Debe ser practicada en el diario vivir como una realidad viviente. Se necesita que todos y cada uno de nosotros creamos, entendamos y practiquemos esta mentalidad de amor y amabilidad hacia todos. Con el tipo correcto de modelos morales a seguir, líderes innovadores, comunidades, naciones y el mundo que pueda cambiar ante nuestros ojos.
Feliz Cumpleaños Martin Luther King Jr.
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