Un profesor universitario invitó a un ex-colega a tomar té. Ellos no se habían visto por años, entonces el último se sorprendió con la llamada.
A medida que se acomodaron en la casa de té bajo el brillo cálido del sol y disfrutaron el aroma cálido de ascendía de sus pocillos, conversaron sobre trabajo, relaciones internacionales, sociedad, y gradualmente llegaron al tema de sus familias.
Hace Años cuando el profesor universitario comenzó a enseñar, el excolega lo llevó a almorzar. En su comida, el excolega compartió su convicción de la importancia de la familia, particularmente la relación del esposo y la esposa como la base para la construcción de las familias saludables, y a su vez en sociedades estables y prósperas.
Cuando los dos recordaron su tiempo juntos, el profesor universitario le agradeció por la sabiduría impartida durante la comida. las palabras compartidas tuvieron un impacto duradero en su propia familia.
Sorprendido, el colega pidió más detalles.
El profesor universitario sonrió y dijo: “Yo pongo sus palabras en práctica mediante tres reverencias.”
Él procedió y explicó que después del almuerzo, él decidió hacer una reverencia hasta el suelo a su esposa tres veces antes de salir de su casa en la mañana. Primero, su esposa pensó que él estaba burlándose de ella, y le pidió que se abstuviera de ese tipo de comportamiento. Pero él persistió, explicando que esa era la manera de honrarla por todo lo que ella ha hecho como su esposa y como la madre de sus hijos. Finalmente, ella comenzó a devolver las reverencias cada mañana.
Fue un simple ritual que ellos realizaron al comienzo de cada mañana, pero que ha tenido efecto en muchos aspectos de sus vidas. Ellos comenzaron a hablarse el uno al otro de manera diferente, a tratarse de manera más suave, y a escucharse con más atentamente.
Su relación profunda también tuvo un impacto en sus hijos. Ellos comenzaron a demostrar el mismo tipo de respeto y honor hacia sus padres y entre ellos.
Su simple historia contada sobre durante una taza de té en una casa de té en Corea puede darnos un vistazo de como la frase del Área Mujer de FPG: “La paz comienza en el hogar,” puede manifestarse. El acto simple del profesor universitario para honrar a su esposa, y su regreso de esa admiración, extendido a sus hijos, y quizás continue a la próxima generación y a la sociedad alrededor de ellos.
A gran escala, la esperanza es que incluso un simple acto de amor y respeto pueda ayudar a cambiar la manera en que las personas se perciben los unos a los otros, creando una cadena de reacción para realizar mentalidades y finalmente estilos de vida de armonía duradera dentro de nuestra familia global.
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