No hay una palabra equivalente para Han en Español. Los intentos de traducciones incluyen “resentimiento” o “duelo,” pero ellos no abarcan completamente el significado de la palabra.

Sin embargo, este es un concepto central de la cultura e historia Coreana.

En su libro, El Sueño Coreano: Visión de una Corea Unificada el Dr. Hyun Jin Moon describe han como un proceso espiritual. Él escribe:

En este libro, El Sueño Coreano: Visión de una Corea Unida, el Dr. Hyun Jin Moon describe el término Coreano Han como un proceso de crecimiento espiritual.

En este libro, El Sueño Coreano: Visión de una Corea Unida, el Dr. Hyun Jin Moon describe el término Coreano Han como un proceso de crecimiento espiritual.

Han es un proceso de crecimiento espiritual donde una persona busca digerir una injusticia o una herida internamente en lugar de reaccionar de una manera rabiosa y egoísta. Mediante la lucha con las emociones difíciles la persona puede obtener un entendimiento más profundo de la condición humana y un nuevo nivel de madurez espiritual. Han no debería terminar con la lucha si no que debería nacer a la realización interna del perdonar, amar, y acoger a aquellos que han hecho mal.”

La explicación de Han del Dr. Moon como un proceso de tomar la injusticia y transformarla en verdad, justicia e innovación, trae a la vida un hilo que corre profundamente a través de la historia Coreana.

El exitoso drama asociado con el crecimiento de la ola Coreana: “Dae Jang Geun,” es una ilustración colorida del tema Han en la conciencia Coreana. El drama popular de TV habla de la vida de Jang Geum, una hija huérfana de un guardia del palacio y una cocinera real, expulsados erróneamente de la corte del Rey. Desde el comienzo, su historia es lamentable. Ella se encuentra en la cocina del palacio solo para ser incriminada y exiliada como esclava. Una mujer que se convierte en su amiga cercana y mentora en la cocina real también es exiliada, y eventualmente muere de las heridas hechas durante la interrogación.

Jang Geum regresa a la corte inicialmente para buscar venganza por la muerte de su mentora. Sin embargo, los espectadores vieron su transformación después de la intriga del palacio y el juego de poder, y al ser torturada y casi asesinada, ella sobrepasó todas esas tragedias.

Esta chica huérfana se convierte en un motor de ética, servicio y sacrificio en una corte  que está llena de corrupción, egoísmo y traición. Eventualmente a ella se le concede la posición más alta jamás concedida a una mujer en la corte del periodo Jeosun.

Dae Jang Geum es una versión dramatizada de un individuo, pero este personifica la historia de los

"Dae Jan Geum," la Joya en el Palacio, es un drama Coreano popular que ilustra coloridamente el tema del Han en la conciencia Coreana. (Crédito: Young Future).

“Dae Jan Geum,” la Joya en el Palacio, es un drama Coreano popular que ilustra coloridamente el tema del Han en la conciencia Coreana. (Crédito: Young Future).

Coreanos. Ellos tienen una manera única de procesar las circunstancias impuestas externamente para ejercer su propia soberanía sin disminuir su dignidad dada por Dios.

De hecho, las raíces espirituales de los Coreanos han crecido más profundas a través del sufrimiento. Durante sus grandes desafíos, ellos buscaron claridad en su patrimonio espiritual y hallaron fortaleza en su convicción para sobrepasar el sufrimiento y así pavimentar el camino no solo para su propia gente, si no para el mundo.

Uno puede estipular que han no solo sucede en Corea. Cada pueblo tiene su historia de injusticia, de pérdida, y opresión. Y cada pueblo tiene su visionario de paz como el Dr. King y Gandhi, quienes articularon un proceso de cambio social no-violento. En lugar de venganza, está la opción de dar la otra mejilla, devolver el bien cuando se recibe mal, dar amor cuando se recibe odio. Esta práctica de conmover la conciencia del agresor abre el camino a la verdadera liberación, el amor y el progreso.

Han tradicionalmente ha sido heredado de generación en generación dentro de la familia Coreana. Pero el rompimiento reciente de la familia extendida y la migración de los valores tradicionales ha hecho borrosa la presencia del han como un proceso noble de un crecimiento espiritual.

Está en manos de cada generación el buscar a sus predecesores para heredar y construir sobre estas honorables cualidades.

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