Conferencia de Liderazgo Paz Global 2012
Plenaria de Apertura
Dr. Hyun Jin Moon
Seúl, Corea

Excelencias, honorables invitados, y distinguidos participantes de todo el mundo. Es un gran placer darles la bienvenida a esta significativa Conferencia de Liderazgo Paz Global en una futura visión de Corea y su relación a la paz mundial. Corea es mi tierra natal, y cada vez que estoy aquí siento más fuerte que nunca el llamado del destino para contribuir a la resolución pacífica de la división de nuestra patria. Gracias por su participación aquí y su apoyo contínuo en esta noble causa de paz.
Antes de hablar más sobre este tema, déjenme expresar mi agradecimiento hacia aquellos que han trabajado incansablemente para hacer realidad esta conferencia, y el próximo Festival Paz Global. Es solo a través del compromiso sacrificado de “verdaderos dueños” que asumieron la responsabilidad personal por esta causa, que todo el trabajo tan importante de paz puede avanzar.

Corea hoy y la Necesidad de una Visión.

El Tema de esta conferencia es “La Visión de la Unificación de la Península Coreana y la Construcción de un Mundo de Paz”, la palabra “visión” no fue escogida fácilmente pues ésta tiene un gran significado. La situación de la Península Coreana y el pueblo Coreano el día de hoy es trágica. Aunque, después de 1989, la Guerra Fría terminó en casi todos los lugares del mundo, aquí continúa, con actos de agresión militar y una amenaza nuclear que se avecina. Esta circunstancia amenaza no solo a los Coreanos sino a la estabilidad de la región del Noreste Asiático y la paz mundial debido a las injerencias de las mayores potencias, tales como China, Estados Unidos, Japón y Rusia.

Aunque el pueblo Coreano comparte cinco mil años de historia y cultura, durante 60 años hemos estado divididos los unos de los otros. Dos visiones opuestas de como los seres humanos deberían vivir juntos en la sociedad se han confrontado ante el paralelo 38 y hoy podemos claramente ver sus frutos. La energía y creatividad del pueblo Coreano ha dado rienda suelta en el Sur, trayendo prosperidad y libertad, y levantando el país para tener una importante presencia global. En el Norte vemos nuestros parientes sufriendo pobreza, hambruna y opresión.

Sea que consideremos el destino de Corea, el cual no puede prosperar debido al tiempo transcurrido en el que hemos estado como una casa dividida, o sea que simplemente respondamos al sufrimiento de nuestros hermanos y hermanas en el Norte, esta situación no puede permanecer así. Y es en este contexto que la visión es esencial. Para terminar esta amarga historia de división del pueblo Coreano debemos unirnos centrados en una visión común por una Corea unida. Cuál sería esa visión? Esta es la pregunta que nosotros como Coreanos debemos abordar si vamos a encontrar un camino para la reconciliación y la posterior unificación.

Principios y Valores Universales

Si damos un paso atrás y consideramos el contexto global, vemos que lo que le sucede a Corea repercute en el mundo. Vivimos en un punto de inflexión en la historia, un tiempo de cambio rápido e histórico. Sea que el impacto del cambio en el resto de este siglo sea positivo o negativo depende de las decisiones que tomamos hoy. Incluso si nuestras experiencias en el mundo incrementan la integración a través de la globalización y tecnología, hay fuerzas compensatorias del incremento de la fragmentación social, cultural, étnica, y religiosa. Estas fuerzas amenazan con dividir el mundo, creando conflictos que socavan la paz y prosperidad que aspiramos.

Como pueden ser abordadas estas fuerzas de desintegración? Sea considerando instituciones gubernamentales como la ONU, o las herramientas de tecnología avanzada en esta era de la globalización, debemos reconocer que la mayoría de los problemas humanos fundamentales no pueden ser resueltos únicamente a través de la política, diplomacia, economía, o ciencia. Existe una brújula que nos ayuda a navegar estos cambios históricos para lograr un mundo de paz y prosperidad? Les cuento que esta es una visión espiritual común para la humanidad basada en principios y valores universales. Y la esencia de esa visión debe estar arraigada en la idea simple pero profunda de que todos los seres humanos, sin importar la etnia, fe, clase, o género, son parte de “Una Familia Bajo Dios.”

Las soluciones sostenibles finalmente deben abordar las raíces de las causas y, así, deben incluir la dimensión intrínseca espiritual de la experiencia humana. Esa espiritualidad es la base de las verdades fundamentales – los principios y valores universales reconocidos por todas las personas, sin importar su orientación religiosa particular.

En pocas palabras, la autoridad política no puede mandar, ni el dinero puede comprar las virtudes requeridas para resolver los conflictos y construir sociedades éticas. Compasión, respeto por los demás, empatía, perdón, integridad y otras cualidades virtuosas esenciales para la paz y la armonía deben ser motivadas por el corazón y el espíritu humano. De esta manera, necesitamos establecer una nueva infraestructura para la paz que está arraigada en nuestras aspiraciones, principios y valores espirituales comunes, y que puedan formar el suelo común para la cohesión dentro de la sociedad y para la resolución pacífica de los conflictos.

El Sueño Coreano

Corea está en una posición única para contribuir al desarrollo de esa visión y la infraestructura de los principios y valores comunes construidos sobre él. La visión guía que desarrollamos para una Corea unida ayudará a formar la visión global necesitada para trascender las fuerzas de división y conflicto en el mundo entero. Esa visión es lo que yo llamo el Sueño Coreano.

Para que la gente Coreana encuentre y se “adueñe” de su identidad única, y para que Corea cumpla su destino histórico, ese sueño debe apuntar mucho más que a la prosperidad material. Prosperidad sin visión corroe el espíritu, así como lo vemos hoy a través del incremento de la tasa de divorcio y la erosión gradual de los valores tradicionales Coreanos. Los Coreanos no son ajenos a la importancia de tal visión. Hemos sido siempre altruistas y grandes soñadores.

Es maravilloso considerar que hace mucho tiempo en el tercer milenio A. de C., hace más de cuatro mil años atrás, la vida de nuestros ancestros fueron guiadas por la filosofía del “Hong Ik In Gan.” En otras palabras, ellos buscaron vivir “por el beneficio más grande de la humanidad.”

Esta filosofía importante, la cual ustedes pueden pensar que fue algo que podría emerger en tiempos modernos, ha estado guiando y unificando el hilo a lo largo de la historia Coreana. Ha sido una fuente de fortaleza en los muchos periodos de sufrimiento de Corea, incluso en la ocupación Japonesa. Cuando el gobierno Surcoreano fue formado en 1949, el Ministerio de Educación hizo del Hong Ik In Gan la base de su currículo para la educación moral. Incluso en Corea del Norte respetan la filosofía del Hong Ik In Gan, aunque, por supuesto, ellos lo han distorsionado sacando el elemento clave de la idea, es decir, Hananim, el Único, que esta sobre todos, o como decimos en Español, Dios. Sin embargo, esta visión podría incluso formar una base para relacionarse con los Norcoreanos en su cultura de una manera que trascienda las ideologías políticas del comunismo y la democracia.

Las raíces de este Sueño Coreano emergieron de la neblina de un pasado antiguo. En contraste, el “Sueño Americano” esta recién llegado a la etapa de la historia. Incluso hay una conexión profunda entre los dos, una conexión que puede servir como un puente entre las muchas diferencias de la cultura del occidente y del oriente.
Las raíces del Sueño Americano

Durante su importante crecimiento en su historia relativamente corta, los Estados Unidos han sido un imán para los inmigrantes, viniendo a compartir el “Sueño Americano.” Nací en Corea y vine a Estados Unidos como inmigrante, y como un estudiante ávido de historia, me he preguntado a menudo: Cuál es la esencia de ese sueño?

Llegué a entender que el sueño Americano no se trata de volverse rico. Ni siquiera se trata de procesos políticos democráticos o el sistema económico de libre mercado. Esos sistemas serían inútiles sin la vitalidad de los principios y valores espirituales que animaron al pueblo Americano al rechazo de la opresión de la monarquía Inglesa, y que fueron reflejados en las estructuras de la nación que ellos crearon. Ésta es la causa del éxito de Estados Unidos.

Ésta es la base de nuestra noción moderna sobre los derechos humanos y libertades expresados en la Declaración de Independencia—un documento secular que expresa los principios espirituales—la declaración de la visión de los Estados Unidos de América. Ésta declara que “sostenemos estas verdades por ser autoevidentes, que todos los hombres son creados iguales, que son dotados por su Creador con ciertos derechos inalienables, y que entre estos están la vida, la libertad, y la búsqueda de la felicidad.” Por lo tanto, los derechos humanos esenciales no son garantizados por cualquier institución humana sino por el Creador y, en consecuencia, no pueden ser correctamente reducidos o denegados por cualquier gobierno.

Corea y Estados Unidos: Dos Sueños, Una Visión

Por lo tanto el Sueño Coreano y el sueño Americano, aunque están separados por sus orígenes debido al milenio y la mitad del globo, comparten la misma esencia. Ambos entienden que los derechos y la dignidad de cada ser humano están arraigados en una fuente por la cual todos procedemos -“Hananim” por la filosofía del Hong Ik In Gan, y “el Creador” según la Declaración de Independencia—haciéndonos a todos miembros de “Una Familia Bajo Dios” sin importar la raza, etnia, nacionalidad y religión.

Tal visión espiritual común no cultivaría la prosperidad económica, sino que fortalecería las instituciones democráticas, formando un baluarte en contra del impulso autoritario en el trabajo en muchas partes del mundo, y particularmente en esta región del Noreste Asiático. Se convertiría en el pilar de una solución a las inequidades económicas, y crearía una base substancial para la paz mundial.

La Campaña Corea Unida

Basados en esta visión, FPG ha lanzado muchas iniciativas prácticas en Corea para ubicar el enfoque adecuado para la unificación de las dos Coreas ante un nuevo fundamento. Corea Unida es un programa nacional que une a los ciudadanos Coreanos que desafían los enfoques tradicionales. Hasta ahora la discusión de la Unificación Coreana ha sido restringida a un discurso de alto nivel entre líderes políticos y militares. Corea Unida está promoviendo una discusión en la cual cada ciudadano puede unirse.

La unidad Coreana es vista como algo que solo puede ocurrir en un futuro lejano, quizás en varias generaciones futuras. Corea Unida cree en la preparación de la unificación a corto plazo. La transición en los estados autoritarios puede suceder repentina e inesperadamente así como sucedió la transformación de la Unión Soviética.

Finalmente, la pregunta de las dos Coreas ha sido enmarcada como una confrontación de dos sistemas y dos ideologías – democracia y comunismo. Corea Unida propone un enfoque que pueda trascender la confrontación y aferrarse a una visión común más alta basada en principios y valores espirituales y arraigados en la propia filosofía histórica de Corea de vivir por el beneficio de la humanidad.

En la búsqueda de estas metas, FPG está comprometida y asociada con más de 400 organizaciones cívicas diferentes para promover un movimiento por la unidad Coreana en la cual todos los ciudadanos pueden estar comprometidos. El 3 de mayo fue lanzada la Campaña de Compromiso de la Unificación en el Edificio de la Asamblea Nacional. Se les pidió a los ciudadanos jóvenes y adultos pensar respecto a lo que harán por la unificación y respecto al compromiso de apoyo práctico traducidos en tiempo, recursos y dinero. La meta es recolectar millones de firmas y crear una conciencia de unidad Coreana que es la responsabilidad de todos los Coreanos y no solo los líderes políticos.

La campaña del Poder de los 1000 Won inspira a las personas a recolectar un poco de dinero todos los días. Esto está especialmente enfocado a los jóvenes para que incluso los estudiantes de educación básica primaria puedan recolectar dinero para luego donarlo a la construcción de más panaderías en Corea del Norte y de esta manera, ayudar a muchos niños de su misma edad que están pasando hambre.

A comienzos de este año la rama juvenil de FPG lanzó el Proyecto de Competencia de la Unificación, la cual invitó a estudiantes universitarios a presentar sus ideas acerca de cómo poder ayudar el proceso de unificación. 100 mil won en premios se distribuirán entre los 350 ganadores y sus ideas serán difundidas a través de las redes sociales para fomentar el apoyo entre los jóvenes para la unificación, de este modo ellos se convierten en los escogidos como los “Unificadores” o “Generación-U.”

Trabajo Global de FPG

El trabajo de FPG hoy en Corea se sostiene en una base fuerte de logros globales, realizados en muy poco tiempo. Hemos trabajado con socios en el gobierno, negocios, y el sector no-lucrativo, y la comunidad de fe para desarrollar proyectos modelos que ayuden a que las comunidades y naciones sobrepasen el conflicto y promuevan la unidad. Estos proyectos muestran como la visión de que somos Una Familia Bajo Dios puede ser una realidad concreta.

Tras los hechos de violencia en Kenia, ocurridos luego de las elecciones del 2007, hemos trabajado con líderes políticos de ambos sectores y con comunidades locales en el Valle del Rift para abordar las raíces del conflicto. En el 2010 FPG realizó su convención anual en Nairobi con el Presidente Kibaki como “patrón.” El presidente Kibaki y el Primer Ministro Odinga, los rivales en las elecciones del 2007, hablaron en el mismo escenario, un símbolo visible de sus voluntades para nunca permitir que tal violencia estropee la política Keniana de nuevo. FPG también promovió conexiones más cercanas entre el gobierno de Kenia y los expertos en el desarrollo de Corea.

En Paraguay patrocinamos un instituto de pensamiento que ha guiado la implementación de la economía autosostenible y el plan de buen gobierno para la región del Chaco, la región más pobre del país. Ahora se está creando un plan de desarrollo nacional que combina la fuerte representación de la democracia con el crecimiento económico en la base de los principios espirituales y valores morales.

En Brasil, el año pasado convocamos a una reunión de expresidentes Latinoamericanos que comenzaron a trabajar en una propuesta para la integración de naciones Latinoamericanas también fundada en principios y valores universales. Ellos continúan su trabajo este año en la convención anual de FPG en Atlanta, Estados Unidos.

El año pasado en Mongolia, FPG lanzó una iniciativa de paz en el Noreste Asiático que busca no sólo el desarrollo de infraestructura política para la paz en Corea sino promover un enfoque complementario basado en intercambios culturales, deportivos, y educativos.

También estamos trabajando en numerosos proyectos fundamentales e iniciativas comunitarias a través de nuestras dependencias nacionales alrededor del mundo. Trabajamos especialmente para unir a los jóvenes en sus comunidades, desarrollando cualidades de liderazgo y un espíritu de adueñamiento en ellos a través de proyectos de servicio social y ambiental, y a través de programas de educación del carácter.

La iniciativa de Ríos de Paz ha movilizado a miles de jóvenes, así como grupos cívicos en la limpieza del Rio Nairobi en Kenia, y en el Rio Bagmati en Nepal. FPG también tiene programas de educación del carácter en algunos países. En Kenia y Paraguay, los gobiernos nacionales cooperan en la iniciativa, mientras que en los Estados Unidos y otros países están involucrados los gobiernos estatales.

Conclusión

Damas y caballeros: Estamos en un punto crucial en la historia de Corea. Las decisiones que hacemos hoy tendrán gran influencia en el futuro, no solo de esta región sino por la paz del mundo.
Corea tiene un gran destino basado en el sufrimiento y en los principios espirituales que corren profundamente a través de nuestra historia. En 1929, durante los oscuros días de la ocupación, Rabindranath Tagore, el poeta Indio ganador del Premio Nobel, escribió sobre Corea:

“En la era dorada de Asia
Corea fue uno de los portadores de su lámpara
Y esa lámpara está esperando a ser encendida una vez más
Para la iluminación del Este”.

El tiempo al que se refirió es ahora. Ahora es el momento para que Corea cumpla su destino. Ahora es cuando los Coreanos deben tomar las riendas y adueñarse del Sueño Coreano.
Si me permiten el atrevimiento, quiero desafiar la nación de Corea a tomar la responsabilidad del liderazgo moral global a través de la defensa de los ideales de los derechos humanos fundamentales y de las libertades arraigadas en principios y valores universales.

Quiero desafiar especialmente a la nueva generación de hacerse cargo del destino de Corea como sus padres y abuelos lo hicieron después de la Guerra Coreana. Conviértanse en la “Generación-U” que busca el fin de la división que sus antepasados anhelaron ver.

No vamos a descansar hasta lograr un amanecer de paz en Corea – un amanecer que emitirá un rayo de luz de esperanza para todas las personas del mundo.

Que Dios los bendiga a ustedes y a sus familias. Gracias desde el fondo de mi corazón por unirse a este noble compromiso.