Enfoque de la Cumbre de las Américas

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En vista al cumplimiento de ese objetivo, esta conferencia hemisférica analizará asuntos críticos y recogerá ideas, con los aportes de los estadistas latinoamericanos reunidos aquí – ex presidentes y líderes de las naciones que vinieron a compartir su sabiduría y experiencia.

Esta Cumbre de las Américas se centrará en tres cuestiones fundamentales. La primera son los valores éticos comunes que deben regir las relaciones entre nosotros. Hablé sobre la importancia de los principios y valores compartidos. Ellos son esenciales para cualquier relación y constituyen la fuerza que nos une.

La segunda es la educación como fuente de valores, conocimientos y habilidades. La educación de calidad debe dar lugar a los ciudadanos de buen carácter moral que tienen confianza en sí mismos y que son capaces, a través del pensamiento crítico, de alcanzar sus metas. La educación de calidad debe ser una inversión, una prioridad para cualquier nación que busca un futuro brillante. Debe generar objetividad, pensamiento racional, y la voluntad de participar en la práctica de la buena ciudadanía.

La tercera cuestión es el comercio y la inversión, necesarios para la prosperidad y el bienestar de todos. Las prácticas comerciales deben guiarse por normas éticas para crear sociedades de equidad y paz. Creo que la mayoría estaría de acuerdo en que una de las principales causas de la recesión mundial y la crisis financiera puede atribuirse directamente a la erosión de los principios y valores éticos. Si aquellos que están en el poder no se auto regulan, entonces cualquier sistema o institución corre el riesgo de experimentar corrupción y colapsar eventualmente.

Nos estamos esforzando para cumplir con los objetivos enunciados en la Declaración de Asunción, que fue aprobada por los ex presidentes y líderes en la Primera Conferencia de Liderazgo de América Latina de la Fundación Paz Global, llevada a cabo en Paraguay en el año 2010. Centrados en la presente Declaración, un gran número de ex presidentes latinoamericanos, muchos de los cuales están hoy aquí con nosotros, han decidido unir sus fuerzas para crear lo que se llama la “Misión Presidencial Latinoamericana”.

Aplaudo el compromiso de esta Misión Presidencial de América Latina en la convocatoria con tan noble propósito. Es un llamado al activismo cívico que se basa en la experiencia y el talento de los ex presidentes, y con el apoyo de otros líderes de diversas áreas del continente. Con el lema: Liderazgo, Testimonio, Acción, la misma ofrecerá perspectivas innovadoras para problemas críticos y contribuirá a sus soluciones. Va a ser idealista y a la vez realista, yendo de menos a más, desde los fundamentos hasta la cumbre.

 

                    Nuestro Futuro: Liderazgo Moral e Innovador

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La tarea a la que nos enfrentamos requiere la incorporación de profesionales y expertos en diferentes campos, pero más que eso requiere nuestro liderazgo moral e innovador. ¿Qué quiero decir con liderazgo moral e innovador?

En primer lugar, es un liderazgo que promueve un “bien mayor” que puede beneficiar no sólo al individuo, sino a toda la sociedad, a la nación, y finalmente al mundo entero. Este liderazgo debe ser guiado por una visión clara, principios irrevocables y valores universales, con la amplitud y profundidad que abarquen la diversidad de la familia humana.

En segundo lugar, tenemos que aprovechar la creatividad humana innata para promover y desarrollar la condición humana. Este es el componente innovador del liderazgo. En todas las culturas, los hombres y mujeres extraordinarios han impulsado a la humanidad hacia adelante en los campos de la filosofía, la ética, la ciencia, los deportes y las artes culturales, ejerciendo libremente sus talentos dados por Dios hasta el punto de desafiar los paradigmas existentes.

Con el sueño de un futuro brillante, la Fundación Paz Global, una ONG internacional que presido, está liderando los esfuerzos por la paz sobre la base de una visión espiritual expresada en una frase simple pero profunda, de “Una familia bajo Dios”. El poder transformador de esta visión se encuentra en la verdad fundamental de que todas las personas, independientemente de su raza, religión, nacionalidad, tribu o grupo étnico, son seres espirituales que comparten una herencia común en un Dios o Creador.

El liderazgo moral e innovador proporciona la visión y la acción que construye un legado positivo para el futuro Reconoce que los problemas humanos más fundamentales no pueden ser resueltos únicamente por la política, la diplomacia, la economía o la ciencia. Esencialmente, las soluciones sostenibles deben abordar las causas profundas, por lo que deben incluir la dimensión intrínseca espiritual de la experiencia humana. En definitiva, la autoridad política no puede forzar, ni el dinero puede comprar, las virtudes necesarias para resolver los conflictos y construir sociedades morales y éticas.

 

                   Conclusión: Un Gran Despertar comienza ahora

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Reconociendo la creciente influencia de las comunidades de América Latina en América del Norte y la creciente influencia geopolítica y geoeconómica de las naciones latinoamericanas en el escenario global, quiero concluir diciendo una vez más que este momento y estas circunstancias son ideales  para llamar a un gran despertar espiritual en nuestro hemisferio y más allá, que puede evocar la creatividad, la energía y la motivación para una transformación ética global,  social, política y económica.

Creo firmemente que esta transformación es posible ahora. Mi esperanza es que esta Cumbre de las Américas y el Convenio de la Paz Global pueden servir como catalizadores que dinamicen un nuevo movimiento hacia un mundo ético y pacífico. Insto a cada uno de nosotros, y en especial nuestros presidentes aquí, a tomar el manto del liderazgo moral e innovador, y que juntos podamos construir un legado de los ideales más altos, para nuestras comunidades, naciones y toda la familia humana.

Gracias.

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