El sueño de paz no puede ser logrado sin las mujeres.

Las mujeres son la parte esencial de como la humanidad fue formada. Ellas traen la vida al mundo. Ellas son nuestras preciosas madres, esposas, hermanas e hijas. La bondad innata de la naturaleza original y experiencia de las mujeres es crucial para la construcción de paz en todos los niveles, comenzando desde el hogar.

Las mujeres llevan perspectivas únicas y acercamientos a la solución de problemas y construcción de soluciones. Sus cualidades excepcionales deberían ser celebradas y cultivadas.

Las mujeres constituyen más de la mitad de la población del mundo. Para que la humanidad se convierta en “Una Familia bajo Dios” la dignidad innata dada por Dios y el valor de las hijas de Dios deben ser reconocidos y respetados.

Al celebrar el Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo, vamos a honrar las mujeres que han hecho contribuciones grandiosas a través de la historia y en nuestras propias vidas.