“El Renacimiento de ASEAN: Desencadenando el Poder Emprendedor para la Paz y la Prosperidad” – Manila, Filipinas
1º de marzo del 2017

Sus excelencias, distinguidos invitados, damas y caballeros:

Es muy significativo haber sido convocados a este segundo Foro Económico para la Paz Global aquí en Manila. Este es de hecho un momento crucial en la historia, como lo hemos visto en los grandes eventos alrededor del mundo: Las elecciones aquí en Filipinas y en EEUU; la crisis de la derogación en Corea del Sur y en Brasil; la guerra en contra del terror y los conflictos basados en la identidad; la amenaza existencial e inestabilidad presentada por Corea del Norte; y mucho más.

Es precisamente en tiempos como este que se necesitan una visión clara y un liderazgo ejemplar.

Me gustaría agradecer a la nación anfitriona, Filipinas, por su hospitalidad, y a sus líderes por su compromiso genuino al asociarse con la Fundación Paz Global para fortalecer la paz y la prosperidad en la región y el mundo.

El tiempo no podría ser más apropiado a medida que Filipinas ha asumido la dirección de ASEAN durante su histórico quincuagésimo aniversario.

También agradezco a los organizadores y al personal de apoyo de este foro, incluyendo al presidente de la Cámara de Comercio de las Islas Filipinas, el Sr. José Yulo, además del Ex Director General de Manejo del Banco de Desarrollo Asiático, el Sr. Young Hoi Lee.

Especialmente, quiero reconocer al Ex-Presidente Vinicio Cerezo de Guatemala y al Ex-Presidente Nicolás Ardito de Panamá por unirse a nosotros aquí hoy.

Finalmente, quiero agradecer a todos ustedes por su participación en este foro.

Vamos a comenzar con sus cálidos aplausos.

Libre Mercado vs. Burocracias Centralizadas

Dr. Hyun Jin Preston Moon disertando en el Foro Económico de la Convención Paz Global 2017Creo que el último siglo puso a descansar el largo debate de si el sistema centralizado o el mercado libre es la manera hacia el éxito económico. Incluso antiguas naciones comunistas que aún mantienen un solo partido político han hecho esfuerzos significativos para liberalizar sus economías para tomas ventaja de lo que pueden ofrecer los mercados libres y que los mercados centralizados no pueden—un ambiente competitivo y altamente vibrante y emprendedor que lleva bienes y servicios con máxima eficiencia.

Así como Adam Smith observó en su libro La Riqueza de las Naciones dos siglos y medio atrás, la “mano invisible” del mercado libre que alinea el interés personal al bien mayor de la sociedad mediante fuerzas competitivas.

La verdad adoptada en la teoría económica clásica liberal es muy simple:
Entre más libres los mercados, más grande la eficiencia y vitalidad; por lo contrario, la mayor regulación y control centralizados crean ineficiencias y crecimiento sofocado. Para promover la innovación y el emprendimiento, los gobiernos y sus líderes deben comenzar a construir mercados más libres.

Sin embargo, en el mundo actual altamente politizado, especialmente en el occidente y en las naciones asiáticas más desarrolladas, muchos mercados se han movido hacia mayores regulaciones y supervisión gubernamental, perdiendo el toque con los principios económicos orientados en el mercado. Esto es altamente irónico por que la elevación meteórica del hemisferio occidental en los últimos cuatro siglos ha sido debido a estos ideales clásicos. Mientras el este está atrapado en una casta rígida social y agrícola o en un sistema de clases, el occidente quebró esas tradiciones para acoger un sistema más dinámico, fluido y emprendedor que los mercados libres crean.

El cambio hacia una regulación mayor fue justificado por los incidentes de codicia rapaz y el abuso desenfrenado del sistema económico, conllevando a esfuerzos para supuestamente hacer los mercados “más justos” mediante el incremento de la supervisión del gobierno.

Sin embargo, la regulación del gobierno ahoga la misma libertad que lo guía a uno para innovar y tomar riesgos—la definición de emprendimiento. La habilidad de capitalizar las oportunidades apropiadas—el sello de un mercado libre—está paralizada.

El resultado es un sistema cerrado que beneficia solo a aquellos con influencia y acceso especial, mientras el “tipo pequeño” con la gran idea y enormes sueños nunca tuvo una oportunidad de participar en una manera significativa.

Por lo tanto, aquí está el dilema. ¿Cómo construye una nación un sistema económico más libre que aproveche la innovación y el emprendimiento, que tenga suficientes mecanismos regulatorios y refuerzos suficientes para aplicar a los actores, y así se comporten de una manera que se alinee a los valores de la sociedad y se nivele el campo de juego para todos sus ciudadanos?

La pregunta esencial de como disuadir el mal comportamiento tiene dos opciones claras: La burocracia del gobierno provee la fuerza de regulación; o las personas de conciencia ética autorregulan basados en los principios, valores y normas universales reconocidos por que eso es lo que los mercados y la sociedad esperan. Creo que el enfoque más efectivo es abrumadoramente claro para los líderes empresarios. La mayoría se preocupará más por los mercados y el contragolpe de sus consumidores que por lo que el gobierno pueda hacer a su negocio.

Por lo tanto, en un mundo perfecto, los mercados son los mejores medios para la regulación; porque ellos dictan cuales empresas proveen los mejores bienes y servicios que la sociedad necesita, además, para alinear sus valores. Si un negocio no cumple las expectativas del mercado, entonces éste no sería competitivo y fallaría en el futuro. Por eso es que, en la comunidad de los negocios, todos hemos escuchado la perogrullada de que “el cliente es el rey.” Es el consumidor de esos bienes y servicios el que decide el destino de los negocios en lugar de algún tipo de tratos sombríos realizados por empresarios inescrupulosos en una sala de juntas.

Cambiando el Paisaje Global y Tecnológico

Damas y caballeros, no hay atajos en la vida. Para que haya un sistema económico sostenible, equitativo y próspero debe haber más personas de conciencia primero, cuyas decisiones colectivas avancen por el bien mayor en lugar de beneficiar a solo unos pocos.

Sus decisiones necesitan estar arraigadas en principios y valores universales que eleven los derechos humanos y libertades intrínsecos dados por Dios; por que debería estar en su interés personal hacerlo de esta manera.

En otras palabras, los mercados, o sus consumidores, lo exigen.

Por consiguiente, el enfoque económico general de la Fundación Paz Global hace un llamado a la reducción de la interferencia en el mercado alineado con los principios liberales clásicos con una adición muy importante—el desarrollo de las sociedades en las cuales el ethos colectivo es arraigado en una ética universalmente aceptada que guía los sistemas económicos nacionales y globales. Los sistemas tienen valores neutrales; son las personas las que infunden esas estructuras con sus perspectivas de valores únicos las que conllevan a varios resultados, sean buenos o malos.

Las tecnologías, también tienen valores neutrales. En las manos correctas, las tecnologías pueden proveer soluciones milagrosas que permiten que las personas tengan vidas más saludables, fructíferas y productivas. Sin embargo, en las manos equivocadas, las tecnologías pueden causar conflicto, inseguridad, y pérdida financiera que es difícil de cuantificar. Aun así, los avances tecnológicos pueden liberalizar y democratizar los mercados al proveer herramientas e información al consumidor promedio.

La llegada del internet y los medios sociales provee acceso a información en tiempo real en diferentes zonas horarias y regiones, las cuales permiten a los consumidores hacer decisiones más informadas sobre negocios, productos y servicios.

Es esencial que mercados y tecnologías más libres, los cuales son el cimiento de la construcción de un sistema económico que funciona bien, estén templados por valores y morales universales además de adherencia incondicional a los derechos humanos fundamentales y la descendía común.

Visión para Filipinas

Dr. Hyun Jin Preston Moon disertando en el Foro Económico de la Convención Paz Global 2017Cuando los líderes y los ciudadanos se alinean a estos principios y valores, la nación puede comenzar a entender su potencial completo para convertirse en una fuerza líder económica y moral. Creo que Filipinas puede y debería convertirse en tal nación ejemplar.

No solo podría progresar económicamente por su propio bien si no que también lideraría un esfuerzo para entender el potencial completo de ASEAN que también se estabilizaría y promovería la paz para el resto de Asia. En esta era de la región de la Orla del Pacífico, creo que Filipinas está bien posicionado para convertirse en un representante central de la influencia creciente de la Orla del Pacífico.

Filipinas ya posee muchos atributos claves para asumir ese rol. Está localizada estratégicamente y ha forjado lazos importantes con naciones como Corea, Japón, EEUU y China. Ésta tiene recursos naturales abundantes, un ambiente atractivo, y su población anglófona es de 100 millones. Muchos filipinos ya viven en el exterior y están influenciando las relaciones locales de sus naciones anfitrionas.

Lo más importante es que creo que Filipinas se puede convertir en un centro económico y de comercio clave en la Orla del Pacífico en general como un pórtico entre el Oriente y el Occidente, donde ofrecería distribución, servicios profesionales y capacidades de manufactura, entre otras. Por definición, un centro es una parte central que conecta múltiples elementos de manera armoniosa. Filipinas tiene una historia única con historiales multiculturales, multireligiosos, y multilingüísticos, por eso su población puede interactuar y conectarse con los demás naturalmente.

Este es un tiempo emocionante y oportuno para Filipinas. Las diez naciones miembros de ASEAN tienen un PIB de más de $2.6 trillones y una población de más de 622 millones en una parte del mundo estratégicamente significativa, cuya relevancia y peso solo incrementa en los recientes años. Actualmente, a medida que Filipinas es el anfitrión de ASEAN y por lo tanto, establece el tono del discurso, es de hecho una gran oportunidad para que demuestre el liderazgo moral e innovador.

Adicionalmente, Filipinas está en una trayectoria positiva.

Como fue anunciado en nuestra sesión de la mañana por nuestros socios cercanos de la Fundación Heritage, Filipinas subió doce puestos en el índice de Libertad Económica en el 2017. ¡Eso es un logro sólido! Por favor demos una ronda de aplausos bien merecidos a Filipinas.

Oportunidades y Desafíos

Dr. Hyun Jin Preston Moon en la foto grupal del Foro Económico de la Convención Paz Global 2017Vamos a dar una mirada más cercada al paisaje económico y empresarial de Filipinas. Desde el 2012 hasta ahora, el país ha grabado una tasa notable de crecimiento. Ayudados por el incremento continuo de gastos de los consumidores y las inversiones en infraestructura, el crecimiento del PIB para el 2016 fue del 6.8%, el segundo mejor de Asia, después de India. Agencias internacionales, incluyendo Moody’s, están proyectando el crecimiento anual alrededor del 6.5%. Un nivel razonablemente bajo de deuda externa total para el PIB, junto a buenos fundamentos macroeconómicos y crecimiento económico robusto están dando confort a los mercados internacionales y a las agencias de índices.

Filipinas también está en el top de los cinco países con más reservas minerales del mundo, con permisos de minerías que actualmente cubren solo el 2% del área de reserva, lo cual promete un futuro enorme en las oportunidades de ingresos.

Por otra parte, hay desafíos significativos. La dependencia crónica en los consumidores extranjeros y los bienes capitales obligan a Filipinas a estar en un estado constante de déficit. La falta de infraestructura, catalogada en el puesto 95 entre 138 naciones por el Índice de Competitividad Global, también continúa sobrecargando el país manteniéndolo lejos del alcance de su máximo potencial económico.

Sin embargo, los desafíos más grandes son su ineficiente burocracia gubernamental, el capitalismo entre compinches, y la corrupción. Ellos previenen la creación de valor neto y desestimulan el espíritu de innovación y emprendimiento. Además, éstos vuelven lento el crecimiento de trabajos de calidad y de la cantidad de personas en la clase media, lo cual conlleva al empeoramiento de la desigualdad de ingresos entre adinerados y no privilegiados. Más del 50% de la población gana ingresos de menos de $2 dólares por día y más del 25% de la población vive en la pobreza, donde el 60% de ellos vive en áreas remotas lejos de las ciudades desarrolladas.

La combinación de estos factores conlleva al crimen y la violencia, los disturbios sociales y el número creciente de aquellos sin un nivel mínimo de cuidado y educación.

Este es un contraste oscuro con las personas de mayores ingresos en Filipinas. De acuerdo al Banco Mundial y a la revista Forbes, el valor personal neto colectivo de las 50 personas en el top de ganancias está alrededor de $78 billones de dólares, lo cual representa el 25% del PIB del país aproximadamente. Sus ingresos personales incrementaron cerca de $8 billones de dólares por año, representando un crecimiento del 50% del PIB en dólares durante el mismo periodo.

Cuando la economía del país crece el 7% y la mayoría del incremento de esas riquezas son capturadas por menos de una milésima del porcentaje de la población, ese tipo de fenómeno económico no solo es insostenible si no injusto. El crecimiento que la nación disfruta no está goteándose a la población porque las personas no están conectadas a las áreas de crecimiento de la economía. Hay demasiadas personas que son excluidas de la educación y oportunidades necesarias, y ellos están bloqueados en un estado perpetuo de pobreza y desventaja.

Reformando la Economía de Filipinas: La Liberalización de los Mercados Financieros

Este problema tiene que ser abordado y resuelto. Para reducir la desigualdad de riquezas mientras se agranda el pastel para la población entera mediante crecimiento económico sostenido, una clase media vibrante y robusta debería arraigarse y prosperar. Cuando las pocas élites selectas controlan la mayoría de las riquezas mediante grandes corporaciones, y la vasta mayoría está desconectada de esos impulsos económicos, es esencial que se hagan disponibles más trabajos de calidad mediante la creación de más empresas pequeñas y planes de emprendimiento.

Creo que la manera más efectiva de comenzar tal ciclo y alcanzar el fin deseado es mediante liberalización del capital y permitiendo un acceso financiero más fácil a las pequeñas empresas, planes de emprendimiento y nuevos proyectos.

En esencia, cuando el capital fluye libremente, sin trabas por regulación o política innecesaria, dentro de las oportunidades económicas florecientes que conlleva a la creación de mayor capital y a resultados en el balance natural de oferta y demanda.

Por eso es que las instituciones financieras Filipinas con el apoyo de las políticas del gobierno y ayudados por tecnología, deberían desplegar más capital para el financiamiento de oportunidades y nuevo crecimiento para que de esta manera los más inteligentes y talentosos puedan lograr sus sueños más allá del limitado paisaje actual.

Por supuesto hay otros problemas económicos e iniciativas urgentes para abordar, tales como el desarrollo de infraestructura, educación y servicios de salud, y la construcción de capacidad de manufactura.

Sin embargo, mientras estás áreas de inversión involucre las necesidades de soporte del país, las cuales pueden ser abordadas con facilidad al asegurar el capital requerido de fuentes nacionales y extranjeras, la mentalidad colectiva requerida para liberalizar el capital es similar al desarrollo de los programas internos donde tal desarrollo podría tomar generaciones en arraigarse.

Por su misma naturaleza, la industria financiera y sus cuerpos gubernamentales regulares son burocráticos, ineficientes y con aversión al riesgo.

No obstante, si ellos son incapaces o no están dispuestos a desarrollar la cultura necesaria y las competencias requeridas para evaluar proactivamente el riesgo y los beneficios, y si no están dispuestos a ejecutar sobre apuestas calculadas entonces la economía del país sufrirá y eso finalmente golpeará el techo. Para ilustrar este caso puntualmente, no miren más allá de Corea, mi país natal.

La Experiencia Coreana

Foro Económico de la Convención Paz Global 2017Corea del Sur, la undécima economía más grande del mundo ha visto su crecimiento meteórico en los últimos setenta años, alimentados por el crecimiento de chaebols, o conglomerados empresariales administrados por familias. Este salto a la prosperidad en una o dos generaciones no tiene precedentes. Comenzando desde el fondo, en un paisaje devastado después de la Guerra de Corea en 1953, no solo los coreanos alcanzaron a países desarrollados, si no que tomaron las riendas del liderazgo en algunas industrias clave, incluyendo: La industria automovilística, de construcción, construcción de barcos, electrónica, comunicación de alta tecnología, y servicios de internet. Ahora, muchos ven el milagro de Corea en el Río Han como un modelo con envidia y respeto.

Aunque se busca el máximo crecimiento en el tiempo más corto, el balance entre conveniencia y los peligros morales que fueron creados entre el gobierno surcoreano y las chaebols, dejó un sistema y un legado que aún favorece a algunos selectos a expensas de muchos otros. En el período del crecimiento extraordinario de las últimas cuatro décadas, la economía coreana se ha consolidado mucho más que antes en las manos de pocas chaebols.

Contando con casi todo el PIB coreano, estas chaebols dominan cada industria y mercado, acaparando el lucro y sacándole jugo a los proveedores mientras se estanca el crecimiento de pequeñas empresas que emplean el 90% del mercado laboral. Los consumidores son estafados con falta de competencia, manipulación de precios, y la corrupción que le sigue a cualquier excesiva consolidación de poder. Actualmente, la nación sufre como si fuera un rehén de los caprichos de un pequeño grupo élite de familias chaebols, que reprimen la oportunidad, innovación, emprendimiento y finalmente afecta el crecimiento económico.

El resultado habla por sí solo. La tasa de desempleo significativa de aquellos entre los 20’s y 30’s es un ejemplo. Mientras Corea se jacta de una de las tasas de estándares de educación más altas entre los países desarrollados, ésta también tiene una de las tasas de desempleo más altas en dicho rango de edades, la cual está sobre el 10%. A cambio, el sentimiento negativo creciente hacia las chaebols está alcanzando su clímax, dado el ambiente de exclusión económica en lugar de inclusión, donde aquellos con las relaciones políticas y empresariales tienen una ventaja injusta, dejando a las masas detrás para competir por un pastel que se reduce.

Solo necesitan mirar la ciudad de Seúl donde más de un millón de personas se reúne para una protesta pacífica cada fin de semana para poder expresar su descontento con el sistema corrupto y arreglado en los negocios y la política.

Uno debería notar cuando incluso hay un término popular llamado: “Infierno Chosun,” en referencia a la percepción extensa de Corea, o de su viejo nombre “Chosun,” que no ofrece esperanza o futuro para la persona promedio a menos de que haya nacido rica y conectada.

Esto ha hecho todo más desalentador, porque incluso las chaebols, que crecieron en las espaldas de los coreanos, ahora están perdiendo su posicionamiento global y competitividad entre otros más emprendedores y con representantes de mentalidad más avanzada de China, India, entre otros.

En resumen, la experiencia coreana debería ser una lección para todas las naciones en desarrollo; no hay un atajo para un buen resultado sostenible. Debe haber cimientos firmes con los cuales se pueda construir; en este caso, crear una clase media más robusta y creciente de emprendedores y empresarios mediante la liberalización de capital.

Incluso las chaebols se beneficiarán de esto a largo plazo porque esto las forzará a adaptarse a un paisaje más competitivo, liderando una disciplina de mercado más amplia, juego limpio, y sostenibilidad. Los consumidores se beneficiarán debido a la mejora de los productos, servicios y precios. Así es como deberían lucir los ideales del mercado libre y el capitalismo; todas las partes ganan.

Respecto a Filipinas, está ahora en el proceso de desarrollarse a sí misma en un país más industrializado.

A medida que busca maneras para crecer más fuerte económicamente y volverse más relevante en el escenario mundial, éste necesita un nuevo paradigma económico. Con una nueva mentalidad, éste debería buscar soluciones que puedan descubrir el potencial de Filipinas y los países de la ASEAN. Como se puede contemplar en la situación de Corea, un país puede tener todo el equipo necesario, como la infraestructura, el capital financiero y la tecnología, y aun así puede estancarse y marchitarse rápidamente.

Los líderes políticos y empresarios deberían cultivar un espíritu de emprendimiento, creatividad, responsabilidad individual y sentido de posesión.

El país no debería caer en el estado predeterminado actual donde el gobierno y algunas corporaciones manejan todo el crecimiento. Eso no es sostenible o deseable. En su lugar, el sistema entero necesita comprometerse a estar juntos en el proceso de crecimiento creativo.

La clave es bajar la barrera de entrada dentro del mercado y estimular la competición libre al conectar eficientemente el capital con las oportunidades. El rol del gobierno es asegurar que exista el juego limpio al ejecutar leyes que protejan a todos sus ciudadanos en el paisaje del mercado libre; entonces, retirarse y dejar que las fuerzas del mercado determinen el resultado.

Esto nunca debería escoger ganadores y perdedores o entremeterse en la trampa de la regulación excesiva. Las leyes deberían ser simples pero aplicadas vigorosamente para que el ideal del “estado de derecho”—que es el fundamento sobre el cual se construyen los verdaderos mercados—pueda comenzar a tomar riendas en Filipinas y en el resto de Asia.

Conclusión

Tema: Libre Mercado. Salón del Foro Económico de la Convención Paz Global 2017Distinguidos invitados, damas y caballeros:

Estamos reunidos en un momento trascendental en la historia, en Filipinas, un país que representará un gran rol en la formación de la economía, seguridad y paz para la región entera y el mundo. Nuestro liderazgo colectivo de ahora en adelante será de suma importancia a medida que deja un legado duradero con implicaciones globales profundas y extensas.

Como líderes, necesitamos pensar siempre a largo plazo y en los mejores intereses para todos basados en principios y valores universales. Sea en negocios, economía, política, civismo, religión, los líderes son los que establecen el tono y la dirección.

Por lo tanto, es crítico que nos convirtamos en líderes morales e innovadores que puedan trazar el nuevo curso para que esta nación alcance su máximo potencial.

Hago un llamado a todos ustedes para que se unan a mí y a la Fundación Paz Global para ser los que brindan solución a los problemas y los que producen el cambio para que podamos abordar los problemas y desafíos que enfrenta nuestro mundo actualmente, y de esta manera, dejar un mundo mejor y más pacífico para nuestros descendientes.

Que Dios los bendiga a ustedes y a sus familias. Muchas gracias.